Opinión

Ricardo Belmont con los niños, adolescentes y jóvenes del Perú

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Por Rafael Romero

En la elección del 12 de abril del 2026 se juega el futuro del Perú porque el modelo existente, en lo moral, en lo político y en lo económico, ha colapsado. En todos sus niveles el establishment o status quo se agota y empeora, porque encima el propio sistema de abuso genera la proliferación de las mafias y la corrupción.

No obstante, el único líder social y el único partido político que señalan la necesidad de una Segunda República y de un reseteo nacional es Ricardo Belmont y el Partido Cívico Obras, con el objetivo de poner orden en las instituciones del Estado, pues habría que ser un iluso si alguien pretendiera negar que hoy existen fallas estructurales en el sistema socioeconómico del Perú.

Eso es innegable y el pueblo elector de más de 20 millones de votantes debe ser serio y consciente de ello, dándose cuenta de que no se puede continuar con problemas estructurales que hacen peligrar la vida peruana. Lamentablemente a gente del tipo Toledo, Humala, Villarán, etc., jamás le importó la niñez y usaron a los peruanos para sus beneficios personales, y para ello contaron con aliados corruptos del sector público y del capital privado, fomentando de consuno los vientres de alquiler para que hagan de las suyas y la prueba es el abyecto Congreso que tenemos, el peor en la historia parlamentaria del Perú.

Esa mala gente llega a la política sin conciencia, sin honor, porque solo les mueve el aprovecharse del Estado, coronando el latrocinio, envileciendo la función pública y reformulado las normas legales a su medida para gozar de absoluta impunidad. Y lo peor, lo más grave e inadmisible, es que esa gente con codicia y avaricia no debe estar en la política porque es a la que menos le importa el futuro de la patria. No entienden lo que es la niñez, la adolescencia y la juventud, menos comprenden que estos son los componentes más importantes en la dinámica de recambio de una nación.

Es decir, esos politicastros al lado de sus millonarios paneles, de lujosos souvenirs de marketing político y de “publicherries” en la radio y televisión, solo tienen telarañas en su mente, además de cero preocupaciones por la niñez, los adolescentes y los jóvenes. En puridad, para los malvados metidos en política, sobre todo después del golpe fujimontesinista del 5 de abril de 1992, no hay nada de atención sincera y efectiva en provecho de ese segmento de la población.

Pero el único ciudadano que por más de 50 años de su vida habla y lucha en favor de la niñez, de los adolescentes y jóvenes, es Ricardo Belmont Cassinelli. Las pruebas y evidencias saltan a la vista, porque es un personaje conocido, con trayectoria positiva al frente de “Habla el Pueblo”, de la Teletón, de RBC Televisión y del Movimiento Cívico Obras, fundado el 8 de julio de 1989, hoy denominado Partido Político Cívico Obras (PCO).

En ese contexto, es también el periodista Ricardo Belmont el único que pone los puntos sobre las íes frente a las estadísticas nacionales (INEI) que documentan la realidad caótica que rodea a la niñez y juventud de nuestra patria; y esa problemática estructural no puede continuar así. Los que defienden ese status quo son cómplices del 43% de pobreza de los niños del Perú de 0 a 6 años, etapa donde los pediatras afirman que se desarrolla las capacidades cognitivas (inteligencia) de los infantes.

En otras palabras, el modelo mantiene a casi el 50% de niños de 0 a 6 años en la pobreza. Pero esta constante negativa no cambia en el segmento de niños de 7 a 11 años, pues la pobreza entre ellos es de 39%. Y como para no negar la gravedad del problema, los adolescentes entre los 12 y 17 años están en un 37% en medio de la pobreza. El promedio de esas cifras para los niños y adolescentes (0 años a 17 años de edad) es de 38% en guarismos redondos.

Esa es la realidad de la cual nadie habla porque no tiene el conocimiento ni el expertise de Ricardo Belmont, quien ya actuó en provecho de la niñez peruana, porque él toda su vida defendió con amor y pasión a esa población vulnerable. Pero también Belmont se ocupa de la juventud con sus mensajes, sus editoriales y su filosofía de vida espartana, buscando cambiar el hecho de que el 38% de los jóvenes de 15 a 29 años están sin estudiar.

Por tanto, siendo la niñez, los adolescentes y la juventud el futuro del Perú, resulta que ese futuro está en crisis a la luz de las cifras de pobreza. Por eso, para dar un golpe de timón y que el Perú salga airoso frente a esa triste realidad, el 12 de abril del 2026 se tiene que elegir a una persona como Ricardo, que sabe del problema, que conoce de las alternativas y que tiene ejecutoria de vida y de gestión pública honrada para darle un futuro promisorio al Perú.

Finalmente, sería deplorable que el voto vaya a los vientres de alquiler, porque así solo se empeorará el olvido y el abandono de la niñez, de los adolescentes y la juventud de nuestra patria.

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