REVISTA CARETAS UNA CATEDRAL QUE SE DESMORONA GRACIAS A SU VINCULACIÓN CON LA PCM

CARAS VEMOS DE CARETAS NO SABEMOS

Escribe Luis Chávez A.

(Marco Zileri)

¿Qué pasó con la revista Caretas?  Otrora símbolo de objetividad y de periodismo de investigación serio. ¿Acaso no fue una especie de “escuelita” de muchos periodistas que hoy ya trajinan cuajados y curtidos?  Si pues. Claro que lo fue, aunque hoy más bien es una especie de “skater” que patina de rampa en rampa.

No es novedad que desde que Marco Zileri, el hijo “bobo” del patriarca Enrique Zileri Gibson, tomó las riendas del semanario, éste se volvió cualquier cosa, menos una revista seria y objetiva.

El hecho es que Javier Reátegui Roselló, el ex -ministro del gobierno de Alejandro Toledo, acaba de ganarle una demanda penal por el delito contra el honor-difamación, a Caretas y a su director Marco Zileri, (Caretas publicó en su número 2167 del 10 de febrero de 2011 un artículo titulado “Mucho ojo” en el que vinculaban a familiares de Reátegui con el clan de los Sánchez Paredes) el mismo que tendrá una pena suspendida de 2 años. Me pregunto, acaso a Magaly Medina no la sentenciaron a seis meses de pena privativa efectiva, por difamar al jugador Paolo Guerrero. ¿A qué se debe el blindaje de la pena en mención?

No será que, como actualmente Enrique Zileri es nada menos que asesor y miembro de la Comisión de Alto Nivel del Consejo Consultivo de la PCM (Presidencia del Consejo de Ministros), ¿ya nada ni nadie les puede tocar? Pues, un medio periodístico escrito, que busca investigar hechos extraños de la política en honor de la transparencia, no puede tener a su Presidente de Directorio como asesor del Primer Ministro.

Caretas actualmente tiene 14 juicios Civiles, y 9 penales, y desde hace una década debe una millonada a la SUNAT, que paradójicamente viene colocando publicidad de página entera en el semanario reiteradamente, pese a la exorbitante deuda, además de otros avisos de publicidad estatal.

Mucho ojo entonces, pues ya deben pasar los tiempos en que la prensa vive al servicio del gobierno de turno.