Nunca fue encontrada. Inaugurada con ‘bombos y platillos’ hace tan solo unos días la denominada feria “La Huerta Encontrada”, en un principio iba a significar la formalización y retiro de los ambulantes de las principales vías del Centro de Lima, sin embargo, la realidad resultó siendo una ironía, pues ni un solo comprador terminó encontrándola por lo alejado y peligroso de la feria, ubicada en la cuadra 7 del jirón Amazonas.
Abierta a un público inexistente el pasado 2 de junio, el lugar había sido designado por la Municipalidad de Lima como el espacio para reubicar a cerca de 5000 mil vendedores ambulantes que trabajaban cerca a Mesa Redonda y el Mercado Central.
El mismo día de la inauguración varios comerciantes se mostraron descontentos con la reubicación, ya que no solo consideraban alejada la feria (cuadra 7 del jirón Amazonas) sino también que la zona es peligrosa y de poca afluencia de personas.
“¿Crees que la gente vendrá a comprar acá? Queremos ser reubicados, pero en otra zona, nos compran acá y en la otra esquina les roban, le pedimos al alcalde que nos reubique en un lugar donde podamos trabajar”, dijo una vendedora.
Para el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, esta reubicación era la solución para acabar con el comercio informal en el Centro de Lima. Sin embargo, de los más de 5 mil ambulantes inscritos solo se vio a cinco vendedores sin sus puestos instalados en la feria.
“No he vendido nada, cero. Tuve que salirme e irme”, comentó una ambulante. “Me dijeron que el día lunes iba a venir (cantidad) de personas. No había nadie, dos personas no más”, señaló otra comerciante.
Debido a la falta de público y en su necesidad de vender sus productos, los ambulantes regresaron a las calles de Lima para poder ganarse el pan de cada día.
Recordemos que en este espacio de 8000 m2 se reubicaron a 1500 comerciantes empadronados. Además, se dio prioridad a personas con discapacidades físicas, madres solteras o algún tipo de inconveniente.
Al parecer, al alcalde de Lima le gusta dar soluciones a medias, o sencillamente burlarse de los vecinos. Solo basta recordar la también inaugurada “playa artificial” en el distrito de San Juan de Lurigancho que por coincidencias solo estuvo abierta unos cuantos días, supuestamente por “fin de temporada”.