Por Edwin A. Vegas Gallo
Sobre el futuro de la Universidad peruana, seguimos perdiendo el horizonte, mirando el árbol (Sunedu-licenciamiento indefinido-reforma-contrarreforma), antes que el bosque de una verdadera reforma universitaria, que tenga el enfoque dual con innovación e investigación científica en la relación Universidad-Sociedad.
De hecho hay un divorcio, entre la planificación para un Perú sostenible moderno, con la profesionalización universitaria y la identidad social, que es necesario construir.
Lo más grave, es que hay acólitos reformistas y contrarreformistas, que pontifican sobre la Universidad peruana, sin mirar la paja en su propio ojo.
Así tenemos al rector UPCH Enrique Castañeda (LR, página 17 del 6 de setiembre pasado) quién señala “(La Sunedu) ya no licencia carreras”; obviando u olvidando que la universidad de su rectorado, creó una carrera de Tecnología en Urgencias Médicas y Desastres, como rama de la Tecnología Médica y sus egresados no pueden trabajar en ella, porque el Colegio de Tecnólogos Médicos no reconoce a esa especialidad, como carrera universitaria e incluso ha merecido para la universidad, millonarias multas por parte de INDECOPI. ¿La vieja Sunedu obvio esto en el licenciamiento de la UPCH?. ¿La ha multado como lo hace con resto de universidades?.
Ni que decir del tráfico de vacunas chinas en que estuvo involucrada la Universidad, en el gobierno de Martín Vizcarra. Situación que por cierto ni la vieja ni la nueva Sunedu se pronunciaron administrativamente y el Ministerio Público hasta donde se sabe no ha dictaminado acusación fiscal.
Otro antecedente negativo de la vieja Sunedu, es que el ex Superintendente Martín Benavides, esperó un año a que la ex rectora Fabiola León-Velarde, cumpla el año de su renuncia al cargo exigida por la Ley 30220, para que ocupe su silla privilegiada en la vieja Sunedu.
La misma León-Velarde que en entrevista en el Diario El Comercio (27 agosto pasado, páginas 10-11); muy suelta de huesos señala: “El asiento que tiene el Concytec en la Sunedu sigue siendo muy atractivo”. Claro nadie habla de Ciencia si no de su propia experiencia, ya que le reservaron su asiento por espacio de un año.
Por cierto las declaraciones de León-Velarde, se dan en el contexto del frustrado concurso por meritocracia, para ocupar la presidencia del CONCYTEC (no a dedo como le fue servida a aquella) y en el que cada grupo quiere imponer a “su presidente”. Esta es otra razón por la que la universidad peruana no crece en calidad formativa, investigativa e innovación.
Mientras tanto, se contenta a los docentes universitarios de las universidades nacionales con aumentos, con CTS a medias; más la enseñanza en aquellas, sigue sin reforma de la formación docente y en los procesos posteriores de maestría y doctorados acreditados; alejada del norte del desarrollo y estructura institucional del Estado.
Lo que la Comisión de Educación del Congreso de la República, sí de verdad le interesa la educación para el desarrollo sostenible del Perú, debe promover una reforma integral educativa en sus tres niveles educativos e incorporando a la educación superior tecnológica.
Caso contrario seguiremos viendo el árbol y nos perderemos en el bosque frondoso, en insulto a la inteligencia de los niños y jóvenes peruanos, en la necesidad de asegurarles el éxito con autoestima a las generaciones futuras.
No seamos fariseos con la educación peruana. Recordemos que sólo con educación seremos personas verdaderamente libres, ya que ella “desempeña un papel central en el desarrollo sostenible del país, ayudando a las generaciones futuras a hacer comprensibles y orientadas hacia el valor de las personas las decisiones políticas y económicas que puedan contribuir a una mejora en la calidad de vida”.