Opinión

Recuerdos del poeta Arturo Corcuera

Lee la columna de Rodolfo Ybarra

Published

on

Arturo Corcuera (AC) es uno de los principales poetas de la década del cincuenta (aunque a veces se le ubica en el sesenta), su libro Arca de Noé alcanzó los 40 mil ejemplares en una reimpresión en 1990. Su obra fue intimista con algunos rasgos de carácter social y muy imaginativa. También era conocido como “el mago de la palabra”. La poeta Lily Cuadra nos cuenta que cuando eran adolescentes, jugando carnaval, un balde le cayó en la cabeza a Corcuera y le hizo sangrar, pero todos rieron porque la juventud era una fiesta y celebraban la alegría de vivir y, cómo no, la poesía.

Yo recuerdo que cuando saqué mi primer libro, Sinfonía del Kaos (1993), me acerqué al Instituto Peruano Ruso para gestionar la presentación acompañada de bandas de rock y me recibió amablemente don Corcuera quien era el director y me dijo: “déjame el libro y ven pasado mañana”. Cuando regresé el poeta se subió encima del pupitre, puso sus pies sobre una silla, me miró fijamente y me dijo: “eres un buen poeta, pero no debes firmar como ‘Rodolfo V. Ybarra’, quítale esa ‘V’”; y después de una larga conversación y consejos literarios, apuntó:  el auditorio es tuyo ¡hagan esa presentación con concierto!

“El poeta nace y se hace. Viene con su ángel (poético) bajo el brazo, pero necesita formarse, educarse, enriquecerse de conocimientos, leer mucha poesía: a los grandes clásicos y a los poetas modernos. Las dos fuentes primordiales de la poesía son la lectura (sin ella no hay aprendizaje) y sin la vida no hay latidos. Sin vivencias no se gesta nada. El poeta se carga de recuerdos, dolores, imágenes, impresiones, amores, nostalgias para que se produzca el alumbramiento. Una mujer que antes no ha gestado no puede dar a luz una nueva vida. Y el poema es también una creatura, un ser vivo”, decía Arturo Corcuera.

Años después me tocó estar en una mesa literaria al lado del maestro y me preguntó por qué había “degenerado” en escribir cuentos y novelas y que la poesía es algo que uno debe llevar hasta las últimas consecuencias. Y le respondí al maestro que nunca había dejado ni dejaré de escribir poesía. Y eso fue una promesa.

Por cierto, Mario Benedetti, dijo que AC “es un valor indiscutible no solo de la poesía de su país sino también de América Latina”.

(Columna publicada en Diario UNO)

Comentarios
Click to comment

Trending

Exit mobile version