Recibí la noticia de la muerte de Tulio Mora mientras iba en un autobus a encontrar a una amiga, en Barcelona. Lo supe por un escueto post de Eloy Jáuregui en Facebook. No fue una sorpresa: hace unas semanas, estando yo en Lima, fui a visitarlo con Jorge Pimentel en su lecho de enfermo y sabía muy bien que el cáncer ya lo había condenado. Sin embargo, pese a verlo muy débil y conversar con él levemente, pensé que aún viviría algunos meses más. No lo quiso la Parca y el que era un viejo amigo, Tulio Mora, ha partido dejándonos su excelente poesía, muchos recuerdos y el dolor de su ausencia.
Justamente, pensando en los recuerdos fui a buscar imágenes de Tulio en mi archivo fotográfico. He aquí lo que encontré: Primeramente, una foto muy conocida, captada por el Chino Domínguez en el Túngar, el taller de baterías que Leoncio Bueno tenía en Breña. La foto no tiene fecha pero debe de ser de 1967 o 68. Tulio, de pie, al lado izquierdo de la imagen tiene una mano apoyada sobre un hombro de José Tang, a quien ahora ha ido a acompañar en el imperio de la nada, junto con Pablo Guevara y Juan Ramírez Ruiz, también presentes en la foto.
La segunda imagen fue tomada por un fotógrafo ambulante en el Parque Universitario, en una mañana húmeda de julio de 1967. Tulio está sentado a la derecha y yo a la izquierda, al medio Ana María Mur (que falleció hace algunos años) y Alfredo Pita.
Ese día nos fuimos a casa llevando cada uno una copia de la foto anterior en la que previamente escribimos algo. Como ésta que tengo es mi copia no figura en ella lo que yo escribí, aparecen en cambio -como pueden ver-, en lo alto, unas palabras de Ana María; al centro lo que escribió Tulio y que no logro descifrar, y abajo lo de Pita.
La foto siguiente la tomé yo en Ayacucho durante la Semana Santa de 1969. Sentado a la izquierda: Edgar Verástegui y a la derecha Tulio.Esta foto sí que era, hasta hoy, totalmente inédita.
Foto inédita es también la última. Fue tomada por Juan Morillo en Ayacucho y, como la anterior, durante la Semana Santa. Tulio tiene el rostro hinchado pues fue agredido con una quena metálica durante una bronca que nos hicieron,días antes, unos ayacuchanos sin que yo sepa hasta ahora porqué. En verdad, pienso que fue una agresión completamente gratuita. Con estas fotos de nuestros años juveniles quiero recordar con cariño al amigo Tulio Mora, quien publicó su primer poema en «Estación reunida», la humilde revista que yo y otros compañeros editábamos en San Marcos. Estos recuerdos llevan consigo ahora el dolor de su ausencia.