No todas las mujeres pueden ufanarse de mencionar que han tomado un pico y una pala para producir sus propios alimentos, eso lo podemos encontrar en las bravías mujeres del ande que viven de la agricultura, en las alturas de nuestro país. Esa sensación de llevarse a la boca el alimento que uno mismo ha sembrado y cosechado debe ser una de las cosas más gratificantes que el ser humano puede experimentar.
La actriz Rebeca Ráez, quien desde que se inició la pandemia, ya es una ciudadana del Cusco, porque por cosas del amor la vida la puso en esa mágica ciudad, pasando de las tablas teatrales a la tierra y el arado, de la luces y ovación, a las ojotas y polleras, porque así le nace desde lo más profundo de su ser estar conectada con la naturaleza, ofreciéndole ese equilibrio justo y necesario para ese momento de su vida.
Lima Gris, en ocasión que hace unas semanas se realizó la Feria Internacional del Libro (FIL) del Cusco, entrevistó a la también directora de teatro, quien nos comentó sobre su participación en la FIL de esa ciudad personificando nada menos que a la escritora Clorinda Matto de Turner (1852 -1909), natural de la ciudad de los Incas, detallando que esa fue una excelente ocasión para reivindicar el libro “Aves sin nido”, el cual fue polémico en la época de su publicación.
“Ahora con la FIL ha sido una oportunidad de volver a hacer, de volver a mostrarme… extraño mucho las tablas y esa versatilidad que me permite ser otras”, menciona como un desahogo la actriz.
Con esa energía que envuelve la Ciudad Sagrada, la multifacética actriz habló sobre las actividades culturales que se vienen realizando en todo el país, sobre la coyuntura política, sobre su trayectoria teatral y en particular nos habló sobre una obra pilar como lo es “Prohibido Vallejo”, pues busca humanizar a uno de los más grandes escritores que el Perú a engendrado.