No, no había perdido la voz ni imposibilitada de poder expresar su punto de vista o parecer por todo lo que viene ocurriendo en el Perú. La ex candidata presidencial de izquierda ‘caviar’, Verónika Mendoza salió nuevamente de su ostracismo, para exigir un adelanto de elecciones y la elaboración de una nueva constitución. Sin embargo, resulta más que curioso que recién ahora aparezca de manera tan enérgica cuando había quedado en un segundo o tercer plano mientras el ex presidente golpista Pedro Castillo intentaba cometer un golpe de Estado, y yendo mucho más atrás, no abrió la boca ante la gran cantidad de acusaciones de corrupción por parte de su ex aliado político.
La ex candidata reapareció en la I Asamblea Regional Constituyente que se desarrolló en la ciudad de Ayabaca, en Piura. En dicho encuentro, participaron ronderos, dirigentes comunales, estudiantes, maestros y militantes de diversas organizaciones.
En el discurso que dio ante los asambleístas, Mendoza Frisch recalcó la necesidad de la renuncia no solo de la presidenta Dina Boluarte, sino de toda la Mesa Directiva del Congreso, encabezada por José Williams.
La propuesta de la también excongresista apunta a la elección de una nueva mesa directiva que encabece la transición y convoque, en el más breve plazo posible, a elecciones generales para el 2023.
“Hemos tenido seis presidentes y tres Congresos en seis años y ¿nos ha servido de algo? No, por eso el pueblo sabiamente dice no queremos solo cambio de figuritas, queremos nuevas reglas de juego, una nueva Constitución”, manifestó.
Por ello, señaló que el referéndum que consulte a la ciudadanía si quiere o no una nueva Constitución debe hacerlo dentro de los comicios en los que se elegirá a las nuevas autoridades.
Pero esto no sería más que un plan de la también presidenta del partido Nuevo Perú para que se postule una vez más a la presidencia del Perú, conociendo que gran parte del país se encuentra inconforme con sus autoridades políticas y que el sur del país se encuentra en zozobra.
No movió ni un solo dedo durante las últimas protestas y ahora quiere ser una representante de las mismas; el oportunismo en su máxima expresión. Ahora solo falta que también el ‘moradito correlón’ Julio Guzmán también haga acto de presencia, sabiendo de antemano que las elecciones presidenciales están próximas.