Ramón Alemán Castilla realizó sus estudios de Pintura en la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú en el taller de Don Ricardo Grau, durante los seis años académicos; paralelamente hizo estudios de docencia distinguiéndose también en ésta.
Durante sus estudios obtuvo premios y una beca de sostenimiento que otorgaba la Escuela a sus mejores alumnos y egresó en 1966 con la Medalla de Oro – con el Premio Sérvulo Gutiérrez y una donación del Ing. Paul Grinsten de s/10,000.00.
Trabajó como docente en la Escuela Nacional de Bellas Artes del Perú (ENSABAP) Lima durante 10 años hasta su cese.
¿Desde niño se vio pintor?
Pintor no, dibujante sí. En el colegio nacional San Carlos, fui alumno del maestro Carlos Rubina Burgos. (Promoción 1958).
¿Qué significa ser pintor en el Perú?
Como en cualquier parte del mundo ser pintor más que una profesión es una vocación que Dios nos dio. Es una aventura fascinante y también una terapia.
Pintar tanto como hacer música o escribir poemas es un lenguaje espiritual y metafórico que no se aprende en una escuela. Es un conocimiento que nace con el ser, es don, es talento. Los colores, sonidos o palabras son sólo herramientas con las cuales armonizamos las imperfecciones o completamos lo que la naturaleza nos presenta como arquetipos escondidos para otros y se las brindamos para que alimenten el espíritu y lo disfruten.
¿Cómo definiría su pintura?
En esta época de cambios constantes trato de no desligarme de los “principios estéticos universales” por eso entre arte antiguo y arte contemporáneo ninguno es mejor que otro porque en ambos para mí hay buen arte y mal arte y declaro no soy partidario del conceptualismo (Anti- arte).
¿Son varias las etapas en su pintura?
Cuando se tiene oficio, se puede incursionar en todo, de lo figurativo a la abstracción y viceversa. Actualmente estoy en esto, tratando eso sí de apartarme de lo temático, prefiero que el color hable por sí sólo, que el sea el protagonista. Lo temático y lo narrativo mejor lo hacen los escritores y los narradores.
¿Cuál es su color preferido?
Tal vez sea el fucsia que es cálido y espiritual a la vez. (Lo aprecié en Cusco, pero, recuerdo siempre el comentario de mi maestro Ricardo Grau, allí en su taller: “No hay color feo sino mal puesto”.
¿Cuándo se sabe que un cuadro está concluido?
Personalmente yo nunca lo sé. Creo que un cuadro totalmente terminado es aburrido y lo recomendable es dejar siempre algo para que el espectador lo termine imaginariamente y disfrute del goce estético.
¿Las instituciones públicas promueven el arte?
Fatalmente en Perú hay falta de incentivos, de tal manera que los que nos dedicamos a estos menesteres somos “la tribu olvidada en un país de maravillas”. Hay pueblos y naciones que con menos de lo que tenemos viven del arte (La industria sin chimeneas).
¿En qué proyectos se encuentra trabajando ahora?
Tengo cientos de dibujos y proyectos y sólo unas decenas de pinturas. El primer crítico de lo que hago soy yo mismo. Aprendí de mi maestro a ser autocrítico en eso estoy haciendo lo que se debe hacer, 90 % de trabajo y 10% de inspiración.
Para terminar, hago mención a lo que decía el pintor Claude Monet: “El motivo es para mí del todo secundario; lo que quiero representar es lo que existe entre el motivo y yo”.