Ricardo llegó este jueves a Lima para pasar unos días visitando a algunos amigos y ofrecernos sus artesanías.
En la tarde del jueves 8 fue con dos de sus amigos (un extranjero y una peruana que conoce hace tiempo) a Larcomar para almorzar e ir al cine, una experiencia que puede ser muy normal para todo quien lea estas líneas, pero que para Ricardo, miembro de la comunidad de los Qeros ubicada a 4000msnm es toda una novedad.
Fueron a ver una película navideña en la tarde al cine UVK de Larcomar, y durante la función Ricardo salió en dos oportunidades de la sala del cine hacia los baños que se encuentran dentro del mismo establecimiento. La 2da vez no reingresó al cine porque la persona que estaba a cargo del cuidado de las salas (no sé su nombre) le dijo “no seas pendejo, que vas a tener una entrada tú”. Ricardo le insistió durante varios minutos explicándole que solo había salido a los servicios y que sus amigos estaban dentro de la sala viendo la película.
La persona de UVK Larcomar lejos de ayudarlo, como a cualquier cliente, y quizá acompañarlo a reingresar y finalmente verificar que tuviera las entradas con sus amigos dentro de la sala, simplemente se cerró en no ayudarlo y Ricardo no tuvo otra que quedarse parado en la puerta esperando a que la función terminara.
Acabada la película sus amigos salieron (no notaron por distracción que Ricardo había salido hacía ya varios minutos) y lo vieron parado en la puerta esperando. Al preguntarle sobre lo ocurrido, como es lógico, reclamaron al cine, quienes tras justificarse argumentando que Ricardo no contaba con el ticket en mano, no tuvieron mejor idea que solo decir que si quería podía entrar a la siguiente película.
¿Perdón? ¿Si quería podía entrar a la próxima película? O sea, el administrador de turno no nota que este es un claro caso de discriminación y racismo. Dudo que esa actitud hubiera sucedido si Ricardo hubiera sido un limeño cualquiera que sabe expresarse mejor.
Espero que UVK como mínimo le ofrezca una disculpa a Ricardo formalmente, no a sus amigos que tienen que quejarse por él, sino al mismo Ricardo, y que no le den como premio consuelo la posibilidad de ver la siguiente película si quiere, sino su ticket para que pueda terminar de ver realmente la película que él quiera, cuando él quiera y con quienes quiera.
Este tipo de actitudes solo demuestran que aún nos falta mucho que trabajar como país y como individuos en cuanto a respeto por el prójimo. Un respeto que no debe depender de tu ropa, color de piel, idioma u olor. Increíble que esto suceda en el año 2012. Mientras los adelantos de todo tipo nos acercan más unos a otros, las taras mentales y el racismo solo nos desunen.
No permitamos que en el pensamiento de cada uno de nosotros quede espacio para discriminar. Si vez que alguien es discriminado no tengas vergüenza y defiéndelo. Muchas veces el agraviado no lo hace por vergüenza o miedo. Miedo hay que tenerle al abuso, no a reclamar por el trato justo que todos merecemos.
Aquí video con las declaraciones de Ricardo Apaza natural del Cusco.
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Aquí otra historia, el video muestra al personal de seguridad sacando a las señoras con polleras de Larcomar.