Quentin Tarantino, un asesino en serie dedicado al cine

Hablar de la trayectoria filmográfica de un cineasta como Quentin Tarantino, resulta complicado, puesto que no basta sólo con mencionar y sacar el máximo provecho de su estilo visual como director, sino también porque es de los pocos cineastas que se animan a formar parte de sus filmes.

De hecho, el creador del éxito cinematográfico de Kill Bill I y II, goza con la dicha de tener gran admiración por el trabajo realizado, el cual es más bien de exaltación puesto que combina muy bien escenas violentas con sangre, el cual ya hace marcar un registro propio en el estilo de Tarantino.

Uno de los aciertos que tiene Quentin es su afán por estar permanentemente conectado con la cultura popular, en relación a temas de música, el cual destacan por sí solos en sus películas, haciendo una marca registrada en él. Por otro lado, la acusación de sus críticos por los excesivos niveles de acción, gore y violencia en sus obras es más bien un cliché que una verdad, pues el buen Quentin, en su filmografía, se remite a reflejar la realidad de nuestros días, como en Kill Bill o en Django.

Añadiendo, la estética de la violencia retratada en sus filmes, no es una apología al crimen, sino todo lo contrario, ya que al final sus personajes ficcionales son víctimas de ella, así salgan vivos o muertos de la escena. Un ejemplo claro es la ya famosa película de Quentin “Reservois Dogs” –  1992, de la cual nos hace recordar la frase “el crimen no paga”, puesto que la mayoría de sus personajes mueren, algunos a manos de las fuerzas del orden, y otros debido a la crueldad de sus cómplices.

En suma, referido a Quentin se pueden explicar muchos de sus conceptos y posturas si es que tenemos en cuenta que se crió en un barrio con mezclas raciales muy marcadas de blancos y negros, lo cual unido al cine de artes marciales que se exhibió en las salas de cine de esos sectores, y además por provenir de un hogar de padres separados, ofrecen indicios muy importantes para estudiar su cultura cinematográfica.

De esto último, es importante resaltar que su cultura cinematográfica fue gracias a que trabajó en un cine club, lugar que se convirtió en una verdadera escuela de cine, ya que tenía a la mano un arsenal de películas a disposición y de las que aprendió mucho, hecho que lo inscribe dentro de un especial grupo de cineastas cinéfilos que producen cine, y que a su vez son fieles espectadores de sus colegas.

Una de las cosas que son más criticadas respecto a Tarantino es ¿El hecho de estar influenciado, el inspirarse en otros cineastas, reutilizar temas u obras pasadas, son un conjunto de cosas que convierten a un director de cine en un reciclador? Pues no necesariamente, porque puede inspirarse en otros registros y crear nuevas formas a partir de ello, pero tampoco hacen de Tarantino el cineasta original que normalmente nos quieren hacer ver.

El punto fuerte de Quentin reside, según mi apreciación, en el guión, en los estupendos diálogos que escribe, con ritmo cambiante, la velocidad de sus cortes, así como también la cuota de humor que existen en sus escenas más crueles, y en la buena puesta de sus personajes y lo bien que interpretan su papel.

Así pues, sólo por mencionar a filmes como Reservoir Dogs, Pulp Fiction, Kill Bill y Django Unchained, bien demuestran su afán por la mirada al pasado, lo cual es un aspecto muy interesante de su propuesta, la cual parece hacer un remake, como en la película Django Unchained.

Lo cierto es, que estamos ante un “ente creador” surgido de la cultura popular, el cual dio el gran salto a la fama de la industria cinematográfica con esfuerzo, y es admirado también por ser un ejemplo de tenacidad, que es referencia para los realizadores. Entonces, el interés por su manera de hacer cine no se basa en la originalidad, más bien en la calidad y profundidad de los temas escogidos para desarrollar la trama, en un cine independiente que une tanto pasado como presente en una simbiosis casi perfecta, producto de las habilidades creativas de Quentin.

Puedo decir que Quentin Tarantino destaca por ser un cineasta que defiende una época, y una forma de ver el mundo, pues constantemente vemos en sus filmes que retoma a un cine nostálgico, con géneros tradicionales el cual vivió en su niñez y juventud, además de aprender de películas en su antiguo trabajo en un cine club y plasmarlas en sus ya reconocidos filmes.