Escribe: Mario Castro Cobos
¿Qué quieres? Es mentira que necesites un gran presupuesto. Te engañaron.
Era un complot. -Te dejaste engañar-. X=yo con una camarita en el bolsillo he
hecho una película que vale no menos que cualquier otra. Me gusta caminar. Me
gusta observar. Mi campo de operaciones fue Lima (pero se puede ampliar). Es
verdad que soy crítico de cine y que he defendido OTRO CINE y que he defendido que
se podía hacer cine con nada, es decir, un cine emancipado del poder aplastante
y corruptor del dinero.
Yo quiero la vida y quiero la creatividad.
No espero ‘vivir del cine’ en un sentido económico. ¿Soy un radical? Quería
ser yo, expresarme, mirar con mis propios ojos, quería azar y sorpresa… Quería
mundos nuevos escondidos y a la vista en mundos conocidos y desconocidos. Si
eso es radical, pues está muy bien.
Grabaría entonces cualquier cosa que me atrajera. Así de simple. Y luego
descubriría qué era armando los pedacitos. Es una forma. De momento, mi preferida.
Pero les cagaron la mente, les suena muy complicado, ¿verdad, ser libres?
Pues límpiense.
Podía ser una escena callejera, absurda, curiosa, divertida o no tan
divertida. Una agrupación hermosa de nubes. Un perro que parecía un humano
disfrazado de perro (¡sus ojos!). Un hombre sin dinero durmiendo rodeado de un
montón de dinero en un cajero. Una chica, no desconocida, sonriendo encantada y
algo intimidada ante la presencia súbita de la cámara con sucesivas capas de
gestos en pocos segundos. Un hombre ciego yendo y viniendo, pidiendo limosna a
la gente en sus cápsulas-autos.
Niños jugando con globos. Un hombre dentro de una caja cubierta por un
vidrio, homenajeado por los reflejos de lucecitas sobre el vidrio que lo
contiene. Un cometa atravesando el cielo como un trazo en una pintura japonesa…
Así fue como hice “Cuaderno de notas”*. Cineasta peruano del futuro, estimado
feto nonato en riesgo de aborto, evita estar muerto por el resto de tu vida. El
cine que está vivo tiene que ver menos con el cálculo -$$$- que con la
presencia real del misterio de la vida. Sin ese misterio serás el que el
sistema de control quería que seas, no tú.
¡Oh Tarkovski, oh Bresson! Tú también puedes hacer un cine libre. Tú
también puedes ser libre.
Me inspiré (también) en Vertov, en Mekas, en el neorrealismo italiano,
en Brakhage, en Marker, en van der Keuken, en Renoir, en Warhol, en Ruiz, en
Perrone… ¡en Proust! ¡en Deleuze! Y siguen firmas… ¿Te gusta el cine?
Demuéstralo.
Pienso en esta frase. “El imperativo supremo de un artista: no hacer lo
que ya ha sido hecho” (Paul Valéry).
“Cuaderno de notas” fue estrenada en mayo de 2018 en el Festival Al
Este.
A comienzos de junio de 2019 estrené un segundo largo: “Gracias por la donación”.
Este año estrenaré, por lo menos (tras “Gracias por la donación”), dos
películas más.