Política

QUE PENA…

Por Mario Carrión

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ACABA DE RENUNCIAR GUIDO BELLIDO y ya tengo una nostalgia prematura por su ausencia. ¿Quién va a llenar los titulares de los periódicos con las idioteces habituales? ¿Quién será el nuevo hazmerreir de Palacio? En verdad, hemos perdido a la mejor oposición dialéctica dentro del propio gobierno. Ni toda la derecha junta pudo haber hecho mejor papel que el Premier poniéndole zancadillas al Presidente, contradiciéndole minuto a minuto. El que pensó ser el nuevo Stalin peruano ahora se va de Palacio sin pena ni gloria.

Bellido, dio al país una lección de como no debe ser la política en democracia, donde las formas, reglamentos, leyes y normas de convivencia son tan o más importantes como el mismo fondo. Quizás, para una plazuela, para una asamblea popular de sordomudos su estilo sea efectivo, pero para un país que aspira a madurar políticamente es absolutamente contraproducente.

Si algo bueno recordaremos de él será su testarudez en la renegociación del Gas de Camisea. Lo de la segunda reforma agraria es mas obra de Verónica Mendoza que de Perú Libre. Pero ¿a qué precio? Al precio del silencio, de la complicidad con una gestión improvisada, sin pies ni cabeza y que es un desaire incluso para la propia izquierda que hoy debe estar avergonzada.

Si la derecha es bruta y achorada en el Perú, nuestra izquierda está demostrando que sufre de una inmadurez incurable y patológica. Lucha por los derechos humanos en el mundo, pero apenas tiene a un aprendiz de Maduro o a un imitador de Abimael le echa flores, lo elogia, lo defiende, da su vida a cambio de uno o dos ministerios. Es una vergüenza¡¡¡

Siempre creí que un gobierno de izquierda seria un gobierno honrado y respetuoso -más que nadie- de la justicia y las leyes. En estos dos meses, esta izquierda chotana -por la que votamos muchos- ha demostrado su incapacidad y nos duele.

No creo que haya robado, admitámoslo; pero ha colocado más incapaces y procesados por corrupción que ningún otro gobierno en el poder. Y eso es suficiente para que la izquierda haga un mea culpa y quien sabe Pedro Castillo, en adelante, se dé cuenta que el Perú es mucho mas grande que su chacra o su sindicato. 

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