Hoy se celebra el Día del Periodista, en conmemoración de la primera publicación del Diario de Lima, editado en 1790 por el español Francisco Antonio Evaristo Cavello y Mesa. Gracias a este antecedente, el 1 de octubre de 1953 mediante Decreto Supremo Nº 2521, se instauró dicha celebración.
En aquellos tiempos, el periodismo era erudito, porque tocaba temas diversos, de índole misceláneo como, historia, filosofía, literatura, arte y ciencias.
Posteriormente, en el siglo XIX surgieron otros medios escritos y en las postrimerías de éste, en pleno modernismo aparecieron más cronistas cuyas plumas estilísticas le añadían al texto de la noticia un enfoque literario con sumo lirismo. Prácticamente, el periodismo le arrebató a la literatura exponentes de la narrativa y la poesía para que pudieran sobrevivir.
Recordemos entre ellos a Manuel Gonzales Prada, Abraham Valdelomar, César Vallejo, Percy Gibson, Federico More, José Carlos Mariátegui, José María Eguren y César Miró. Y entre las mujeres más notables que sucumbieron al periodismo tenemos a Flora Tristán, Mercedes Cabello, Clorinda Matto, y Ángela Ramos. Asimismo, de una generación posterior, están los hermanos Salazar Bondy, Alfonso Tealdo, Ezequiel Balarezo Pinillos, Washington Delgado, Juan Gonzalo Rose, Mario Vargas Llosa, y los reconocidos “gordos”: Raúl Villarán Pasquel y Guillermo Thorndike.
Sin embargo, actualmente el periodismo se ha tornado menos culto, no solamente, por tener exponentes menos ilustrados y de mal hablar; sino, porque las secciones culturales, están desapareciendo y se confinan a una delgada chimenea o columna que apenas habla de “espectáculos”.
Un periodista, al margen de tener una buena redacción, tendría que tener un bagaje en distintos temas… Martín Caparrós decía: “Lo mejor que puede estudiar un periodista es la Historia”; pero mejor, tendríamos que actualizar esa afirmación y agregar que lo mejor que puede estudiar un periodista es todo. Pero como andamos en la era del Tik Tok y de los mensajes brevísimos en las redes, a través del periodismo 2.0 y que apuntan al lenguaje “inclusivo”; por lo visto, el periodismo cultural se ha convertido en una reminiscencia que alguna vez trascendió y que hoy gracias a los dueños de medios: grandes comerciantes que han convertido a sus periódicos y televisoras en agencias de publicidad, la cultura está confinada al olvido de lo que alguna vez fue.
(Columna publicada en Diario UNO)