¿Qué Pasó Ayer?

El que ríe al último, ríe mejor !
Había pasado desapercibido debido a mi prejuicio con las películas de Hollywood que normalmente son escasas en todo sentido. Pero las excepciones existen, ¿qué pasó ayer? Llegó a mis manos de manera accidental, de forma inesperado como llegan las cosas que nos sacan de cuadro, luego de disfrutar, una nueva forma de contar una historia, y utilizando el humor negro e inteligente Todd Phillips responde de una manera madura como director en esta comedia.

Por: Edwin Cavello

Con cuatro personajes desesperados por vivir, por sentir la experiencia de una despedida de soltero, viajan a las vegas como hambrientos aventureros, llenos de locura, con  sed de  placer y esperando que esa noche jamás acabe. Todd Phillips luego de mostrarnos la escena en la azotea del hotel brindando y ubicándolos como los reyes del mundo al cuarteto, también nos va preparando para jugar con nosotros, y comenzar con cada minuto que pasa a imaginar lo que ha sucedido luego de una noche de juerga, hasta llegar a borrar el disco y perder totalmente la memoria.

Una gallina, un tigre y un bebé son tres piezas claves que nos dan para armar nuestra historia, interactuando sutilmente con nosotros, continua llevando la historia como un preso encapuchado sin poder verle la cara, luego se presenta el colchón como otra pieza clave de este odisea cómica, dándonos para confundirnos pequeñas mentiras como respuesta. La cámara se concentra en las expresiones de los personajes, recorriendo los ambientes dejándonos observar cada detalle.

Está claro de lo que seduce de esta comedia es que te hace pensar y no te mantiene como un vegetal inerte sentado, te coquetea, te sonríe y te da la espalda continuando con sus pasos misteriosos, los cuatro amigos intentan al estilo de Sherlock Holmes armar el rompecabezas que tienen, para poder encontrar a su amigo. Las personalidades elegidas para los personajes son acertadas, la formula del cuarteto es aplicada nuevamente, recordando a los hermanos Marx y a las grandes ocurrencias de Groucho.

Una historia de aquellas que recién comienza cuando termina puede ser esta, una gran aventura donde uno se identifica con algún personaje, recordando alguna anécdota húmeda, pero no de fluidos si no de alcohol, sintiendo temor de lo que no te acuerdas, arrastrando esa resaca que te queman los labios, pensando en que locura habrás cometido y rezando si eres católico en no haberla jodido.

Todd Phillips, nos espera serenamente al final, con un rostro de ironía, con un arma cargada de respuestas para dispararnos, pero con silenciador, de manera sutil y elegante, acompañado de los créditos, dispara las respuestas, imagen tras imagen de escenas soñadas, sacadas de una temporada en el infierno como las de Rimbaud, donde los personajes sobreviven ebrios a una noche olvidada, y la sonrisa se viste de carcajada.