No había que ser adivinos ni tener una esfera de cristal para saber lo que se venía; lo que empieza mal termina mal y no se requiere de mucha ciencia. Perú perdió ante Bolivia y eso es “periódico de ayer”, pero lo que no puede pasar desapercibido es el mal esquema planteado por el ‘Cabezón’ Juan Reynoso, quien en este último partido trató de poner toda la carne en el asador, haciendo jugar desde el arranque a Grimaldo, Quispe y Lapadula, sin embargo, el planteo, una vez más, fue el erróneo.
Perú es colero luego de cinco fechas disputadas. No interesan los demás partidos que faltan por jugarse, el equipo incaico terminará último acabada esta fecha y eso resulta demasiado mediocre si contrastamos los jugadores de la ‘Bicolor’ con nuestro rival de esta tarde.
Bolivia acaba de quitarnos el respirador artificial y finalmente terminamos ahogados en La Paz, hundidos por los errores defensivos de Callens y Zambrado, sofocados por el mal de altura, rendidos por un equipo que recién había cambiado de entrenador y que antes del pitazo inicial era la peor defensa de las Eliminatorias. A esa escuadra no hemos podido anotarlo si quiera un gol y continuamos incrementando el récord de ser la única selección que participa en las Eliminatorias que hasta ahora no ha anotado un gol a favor.
Era cierto que anteriormente no hemos podido salir victoriosos de las alturas bolivianas, sin embargo, el paupérrimo desempeño de la zaga blanquirroja no ayudó en revertir esa estadística. Casi al finalizar el encuentro disputado en el Hernando Siles de La Paz, las tribunas gritaban “Ole, ole”, porque veían que el equipo local le venía haciendo pasar un mal momento a los dirigidos por Reynoso.
Dos a cero en contra. Una derrota más que debería de ser suficiente para que Juan Reynoso presente su carta de renuncia lo antes posible, y que para el siguiente partido de local contra Venezuela dirija el aguatero. Total, no nos podría ir peor.