Política

Que alguien le regale un corazón a Dina Boluarte

Entre cirugía y cirugía, al parecer los galenos se olvidaron de colocarle nuevamente su corazón.

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Se acerca el Día de la Madre, pero tal parece que nuestra mandataria ha dejado de ser humana, pues como madre que es, desde el primer minuto ya hubiera salido a poner el pecho por sus hijos; sin embargo, no existe ni un ápice de indignación de parte de ella, al contrario, prefiere continuar ingresando una y otra vez al quirófano para seguir estirándose el rostro.

Ya va más de un año que Pataz (La Libertad) supuestamente se encuentra en estado de emergencia, pero todo sigue como si nada hubiese cambiado. La minería ilegal se ha apoderado de toda una provincia a punta de fusil y metralla, teniendo atemorizados a miles de ciudadanos que ven a lo lejos cómo nuestra jefa de Estado sale, casi de manera inmediata, a pronunciarse porque no la dejaron viajar al Vaticano, pero no dice absolutamente nada cuando se trata de una masacre.

Trece trabajadores de la compañía minera Poderosa fueron cruelmente asesinados por sujetos vinculados a la minería ilegal, los cuales increíblemente están mejor equipados que nuestros efectivos de las Fuerzas Armadas, y ni qué decir los de la Policía que muchos de ellos solo sirven de ‘carne de cañón’ al querer ingresar a los socavones sin chalecos antibalas y portando revólveres y fusiles de hace más de 30 años. Es una lucha desigual desde donde se le vea y con mucha razón muchos policías prefieren no ingresar ante el temor de caer abatidos.

¿Y a todo eso qué hace nuestra presidenta Dina Boluarte? Tanto ella como su premier insisten en minimizar los atentados, los bombazos en las sedes del Ministerio Público, los secuestros y acribillamientos. Hace poco el impresentable primer ministro Gustavo Adrianzén, en conferencia de prensa, afirmaba que el secuestro de trece mineros se trataba de un mensaje erróneo y que por favor los medios de prensa no continúen desinformando.

En tanto, nuestra mandataria, la autodenominada “madre de todos los peruanos” se golpeaba el pecho en señal de dolor por la muerte del papa Francisco, pero ni una sola lágrima cayó por su rostro por el terrible asesinato de esos trece trabajadores.

Mientras miles de peruanos son víctimas de los extorsionadores, nuestra presidenta chalhuanquina se preocupaba más en verse más joven, realizándose “retoquitos”, tal como lo manifestara últimamente el médico cirujano Mario Cabani al dominical Cuarto Poder.

Presidenta anda más ocupada en querer verse más joven que combatir la delincuencia en el Perú.

Todo parece indicar que de tanto pasar por el quirófano, sus órganos vitales fueron reemplazados por bolsas de plástico e hilos invisibles que poco o nada pueden hacer para recomponer algo que por dentro se viene descomponiendo; y en la parte donde iría su corazón solo queda una cavidad oscura y desolada.

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