Política
Pugna entre ministro Sandoval y López Aliaga paraliza avances del tren para Lima
El titular de Transportes César Sandoval defiende procedimientos administrativos; y el alcalde López Aliaga cede la operación del tren a privados sin competencias claras. Esta descoordinación entre MTC, ATU y la MML posterga otra vez las soluciones urgentes para millones de limeños.
Mientras miles de ciudadanos siguen atrapados a diario en el caos del transporte público, la disputa entre el ministro de Transportes, César Sandoval, y el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, vuelve a poner en evidencia cómo los intereses políticos terminan por obstaculizar cualquier intento de modernización real en la capital.
Pese a las declaraciones del ministro Sandoval asegurando que no se opone al proyecto del tren Lima-Chosica, impulsado por la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML), lo cierto es que la descoordinación entre ambos niveles de gobierno refleja una gestión marcada por la desconfianza y la competencia institucional. “También sufrimos la frustración burocrática”, afirmó el titular del MTC en una entrevista, insistiendo en que hay un plan nacional ferroviario y normas que deben cumplirse. Pero esas normas parecen más una excusa para justificar la lentitud de su sector.
Por su parte, la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) ha cedido la operación del tren a empresas privadas, sin tener competencias reales sobre transporte urbano, según aclaró Luis Vilela, asesor de la Autoridad de Transporte Urbano (ATU). Vilela fue enfático en señalar que la ATU y el MTC son las únicas entidades con facultades sobre transporte en Lima y Callao, no la comuna limeña.
El trasfondo de este cruce de versiones es una disputa política que parece no tener fin. Mientras el ministro y el alcalde se lanzan declaraciones cruzadas, la ciudadanía sigue esperando soluciones concretas para un sistema de transporte que, lejos de modernizarse, continúa fragmentado y al borde del colapso. En medio del enfrentamiento, los trenes no avanzan y los usuarios siguen pagando el precio de la ineficiencia.