Puchi Noriega y Alberto Flores inauguraron sus muestras en el centro Colich

Puchi Noriega.

Texto y fotos: Gia Angeles.

Puchi Noriega es una artista que ha viajado a través del tiempo para contarnos la historia que a muchos no nos contaron. Ella ha encontrado en la escultura, la representación de una Lima auténtica. Su visión se ha esculpida en los rostros de la actualidad, y ése viaje de ida que le ha durado 29 años, la regresa a un país predestinado a la inspiración del autor.

“Yo he vivido fuera por mucho tiempo, esto, lo que ves aquí, es mi retorno a Lima, es lo que he visto, es lo que veo. Me he inspirado en el Perú de ahora, en el crecimiento. Venir al Perú después de todo este tiempo es totalmente otra cosa, es un nuevo país. ¡He venido a conocer una ciudad nueva! Es distinta, mucho más cosmopolita. Con una mentalidad más abierta. A la gente la ves orgullosa de ser peruano. Cuando yo me fui, la gente no estaba orgullosa de ser peruano, todo el mundo quería ser gringo. Ahora todo el mundo quiere ser peruano. Me siento totalmente identificada  y orgullosa con este nuevo cambio”.

El contacto de Puchi Noriega con el mundo siempre ha sido a través del arte. Ella empezó su relación con el arte a través de la escultura a los tres años, en el estudio de cerámica de su padre. “Siempre he sentido que el arte no es una opción, es una bendición y a veces una maldición, porque no hay otro alimento para mi alma” Puchi Noriega ha desarrollado desde entonces, una forma de expresión a través de la integración de elementos como: acrílicos, arcilla, madera, tierra y emociones; desde donde surge cada proyecto con un contenido inimaginable de toda su esencia, la cual ha reproducido y compartido en más de 50 exposiciones colectivas e individuales.

“La galería del Centro Colich, se encargó de hacer ésta fusión maravillosa. Para mi suerte, hoy me han reunido con Alberto Flores, que es alguien a quien yo respeto mucho como artista. Desde que llegué a Lima y lo conocí, vi su trabajo y me encantó. Cuando me dijeron que iba a exponer a la par de Alberto, dije: Maravilloso. Es tremendo pintor, su obra es imponente, buenísima. Me parece un gran artista y además una excelente persona”.

Alberto Flores.

Alberto Flores es un artista que desarrolla el dibujo y la pintura por más de veinte. El define su obra como su mundo interior.  “Cada encuentro con una tela es como descubrir una ventana que une lo real y lo imaginario, lo común y lo propio, lo cotidiano y lo interior. La obra misma es un intento de descubrir lo aparentemente inexistente, develando a través de sus formas lo esencialmente oculto del espacio transreal, intimo, más allá de lo conocido para hacerlo ilimitadamente creativo casi siempre”

Él ha plasmado en tela sus aconteceres juveniles en la playa costeña, que lo remonta a las que son tal vez, las mejores épocas de su vida. “A veces se cree que uno se rompe la cabeza pensando en qué trabajar, pero en realidad para mí fue fácil pensar la idea de la muestra. Simplemente era retroceder mis calendarios, y llegar a la parte de mi adolescencia que eran los veranos en la playa de la Herradura. Estoy hablando del año 75’ por ahí. Traté de reciclar un poco la idea y juntarla con aspectos del coloren la arena, en las conchas, en el mundo marino que había en ésa época, en mis recuerdos. Todo eso es algo que siempre estuvo presente. Siempre está presente, ahora mucho más. FÓSIL es un homenaje a la memoria del tiempo.”

Alberto es un artista que a través de su pintura te invita a ser parte de su universo onírico, su arte narra una historia que escapa de la lógica realy consciente a la que un mortal podría estar malacostumbrado. Él compone al mundo en sus lienzos bajo la dicha de sus recuerdos; en un hábitat donde envuelve al espectador y lo hace testigo de su mundo interior, rozando lo real de lo imaginario.

“En ésta muestra, he cambiado de estilo, aquí los colores son más monocromos. Hay menos color intenso, hay más sepias y blancos. La muestra del año pasado fue más colorida, ya que los colores vivos provenían de la Sierra. Ahora no, Ahora esto es más Costa. Más desierto, más arena. Realmente es parte de mi pasado. Ahora me he fijado en mi entorno, y  eso esencialmente es lo que ha determinado la idea de ésta obra”.

Alberto cuenta que su oficio es muy libre; el poder de dibujar y pintar es algo con lo que no se hace problemas. Él recrea su mundo interior y plasma en acrílico su identidad en la tela. Y es gracias a ello, su reconocimiento.

“Creo que a todo el mundo le ha encantado la muestra. Estoy contenta porque justamente he sentido que la gente ha apreciado todo, le ha encantado la exposición de ambas muestras”. Concluye  Puchi Noriega.