Giselli Milagros Valdivia Soto tiene 42 años y es natural de Arequipa. Actualmente vive en Pucallpa y es hija de un paciente de alto riesgo para el sector salud. Su padre tiene COVID-19 y en esta breve conversación reconoce con amargura que “En este país lamentablemente si no tienes plata te mueres”.
Ella, como muchas hijas y madres, al no encontrar cama para su padre, decidió atenderlo en su casa. “Si hubiera llevado a mi padre a un hospital o a una clínica, ya no estaría acá”.
En esta entrevista conoceremos cómo sobreviven algunas familias infectadas por la COVID-19 en Pucallpa.
Tenemos entendido que tu padre está delicado de salud.
Mi padre tiene 82 años, y el empezó el 04 de mayo con una tembladera en las piernas y un fuerte dolor de cabeza. Después de cuatro días, exactamente el 08 de mayo, comenzó con un cuadro de bronconeumonía. Pensé que ese era su caso y al final inició un tratamiento con metamizol. Luego el fin de semana comenzó con el cuadro de hipo y el lunes lo cambié de médico por el tema del hipo, que era causado por los medicamentos que estaba tomando. Ahora ya está respondiendo mejor porque la semana pasada le sacaron una placa y salió que es COVID-19. Ahora está siendo tratado como COVID-19 en casa y está con oxígeno, respondiendo mejor.
¿Cuántos balones de oxígeno ha utilizado ya tu papá?
Hasta ahora vamos por los dos balones y medio.
¿Cuál es el tratamiento que le estás aplicando a tu papá?
El día 04, con el primer síntoma, le apliqué la Invermectina en gotas, pero no pensé que el día 08 se le iba a complicar con la bronconeumonía. Recién desde el día miércoles 13 de mayo que confirmamos que tiene COVID-19, está con el tratamiento de Enoxzaparina y Dexametasona. Está evolucionando bastante bien, gracias a Dios. Además, también está tomando medicinas naturales.
¿Por cuántos médicos pasó tu padre?
Por tres médicos. El primero, médico de cabecera, que lo manejaba por celular y dos médicos personalizados. También una enferma que está las 24 horas, toda la atención ha sido en casa.
Si hubieras llevado a tu padre a algún hospital o clínica ¿Qué crees que hubiera pasado?
Mi papá ya no estaría acá. Porque no se sabe cómo lo hubieran atendido, ya que es más restringido poder ingresar para saber qué es lo que le están administrando. En cambio en casa le hemos realizado análisis, le hemos podido sacar la tomografía particular.
Haciendo un cálculo general ¿Cuánto es la inversión que has hecho desde que tú papa enfermó hasta este momento?
Aproximadamente 14 mil soles.
¿Qué piensas sobre esa selectividad por el rango de edad para los pacientes en los hospitales?
Muy mal. Tantos años han aportado esas personas para que sean bien atendidos. Yo no creo llegar a esas alturas del partido y hacer ese tipo de cosas, al final por gusto han trabajado tantos años. Algunos creen que porque son viejos ya no sirven, y es todo lo contrario: ellos tienen mejores experiencias que una persona joven para poder sobrevivir en este tipo de situaciones.
Desde tu experiencia ¿Cómo ves la situación de los hospitales y la compra de medicinas en Pucallpa?
Todo es un tema manejado por los monopolios. Ni cloruro de sodio puedes encontrar en una farmacia. Ahora todo lo que se está aplicando para la pandemia es carísimo. Tener oxígeno es un lujo. Lamentablemente si no tienes plata te mueres. Este es un momento tan desesperante que hasta se te bloquea el cerebro y no se puede avanzar.
¿Cuántas personas más componen tu familia?
Nosotros en total somos cinco en Pucallpa. De los cinco también está enfermo mi esposo. Su estado no es tan crítico como el de mi papá, pero también tiene COVID-19 y ya se encuentra en tratamiento.
¿Qué mensaje le darías al Gobierno?
Yo realmente le diría que no es tanto salir en televisión. Es responsabilidad de las autoridades realizar su gestión para atender a su pueblo. Acá en Pucallpa tenemos también dengue, y un poco de distorsiona la información con los malestares de tantas personas. En Pucallpa no estamos acostumbrados a alimentarnos como debe ser, en cambio en la sierra se come con mayor calidad. Yo, estando en el centro de la ciudad, no han venido a hacerle la prueba rápida que he solicitado para mi papá; recién el día 16 me llamaron para ver a mi papá. Cuando llegaron a la casa les dije que ya para qué, si ya hemos pasado toda la gravedad. Me respondieron: “recién ha llegado las pruebas”. Imagínense, el paciente se está muriendo y no hay atención.