Proyecto de Ley busca crear el nuevo Ministerio de Cultura y Turismo con sede en Cusco

Evidentemente, y tal como se menciona en el proyecto de ley, el objeto del mismo es fortalecer a los sectores cultura y turismo y convertirlos en el nuevo MINCULTUR, Ministerio de Cultura y Turismo para complementar sus objetivos y obtener mayores niveles de eficiencia y optimizar el uso de los recursos públicos. Sin embargo, el grupo parlamentario pretende trasladar la sede institucional del nuevo Ministerio de Cultura y Turismo a la ciudad del Cusco.

En principio, cabe señalar que nuestro sistema político es presidencialista, por la sencilla razón que el presidente viene a ser Jefe de Estado (porque representa los intereses del país) y además Jefe de gobierno (porque es quien dirige la política gubernamental nacional).

En ese sentido, generalmente, es desde el Poder Ejecutivo donde se impulsa la creación de los ministerios y por eso el jefe de Estado nombra a los ministros; sin embargo, y de acuerdo a la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo (Ley N° 29158) se ha creado una dicotomía; si tomamos en cuenta la literalidad del inciso 5´ del artículo 22° del instrumento legal en mención, que dice: “Los Ministerios son creados, fusionados o disueltos mediante ley a propuesta del Poder Ejecutivo. El redimensionamiento y reorganización de los Ministerios se podrá hacer mediante decreto supremo, con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros”. Digamos que, esa atribución para algunos analistas, la tiene el mandatario; y para otros, la tiene el Congreso. No obstante, los ministerios son creados “por Ley” y eso significa que pueden serlo a través del Legislativo, incluso, a “propuesta del Ejecutivo”.

Ahora bien, esta nueva propuesta parlamentaria que está basada en el artículo 107° de la Constitución (que señala que el Presidente  de la República y los Congresistas tienen derecho a iniciativa en la formación de leyes) y en los artículos 22° 74° y 75° del Reglamento del Congreso de la República; se da en una coyuntura complicada de emergencia sanitaria.

Cuando se habla de nuevas estructuras ministeriales, si bien es cierto, que son pertinentes; asimismo, éstas podrían esperar y darse en otro contexto, cuando el escenario político y económico quizás esté más estabilizado.

Asimismo, en la iniciativa legislativa se propone trasladar la sede central de este nuevo ministerio, a la ciudad de Cusco. El congresista Jorge Vásquez Becerra ha basado esta idea en el artículo 49° de la Carta Magna, que señala: “La capital de la República del Perú es la ciudad de Lima. Su capital histórica es la ciudad del Cusco”.

En ese sentido, creemos que una fusión entre el ministerio de Cultura y Turismo es razonable por la similitud de sus objetivos que obedecen a un fin común: poner en los ojos del mundo a través del turismo, a la cultura de nuestra tierra que requiere ser más impulsada y difundida internacionalmente, entre otros aspectos. Pero, de ahí a trasladar una sede institucional ministerial a Cusco, no suena coherente, porque sencillamente una sede de un ministerio no es una sede histórica, y ésta, por un tema de viabilidad, debe funcionar dentro de una jurisdicción donde también funcionen el resto de los ministerios y en especial la PCM.

Es decir, si eso llegara a darse, entonces en Lima en un futuro próximo funcionaría la DDC Lima; así se les denomina a las sedes de los ministerios: Dirección Desconcentrada de Cultura, al igual que las otras DDC, que funcionan en el resto de las regiones del país.

Además, ¿cómo haría el nuevo ministro de Cultura y Turismo para reunirse todo el tiempo con el Consejo de Ministros? tomando en cuenta que la PCM seguirá atendiendo sus reuniones habituales en su sede de Palacio de Gobierno, en la capital. Es decir, el nuevo ministro de Cultura y Turismo tendría que viajar desde su despacho, toda la semana hasta Lima, para coordinar su gestión con PCM y con el MEF; pero ¿quién pagará ese traslado y los viáticos del día?

Por otro lado, es evidente que la nueva cartera ministerial seguirá contando con decenas de profesionales y funcionarios, y eso sin mencionar al resto de los empleados administrativos, de operaciones, y de rangos menores. En ese sentido, se presume que como es un trabajo a tiempo completo, toda esa plana del nuevo staff ministerial tendría que estar compuesto por personas lugareñas que residan en Cusco; si tomamos en cuenta, de que los funcionarios y empleados capitalinos del ministerio que residen en Lima, no van a costear sus viáticos y traslados y mucho menos dejar a sus familias. Además, queda claro que ante esa situación, el Estado tampoco debería costear esos gastos corrientes.

Finalmente un proyecto de Ley, al principio… solo es eso. Y se tendrá que esperar a que se desarrolle de acuerdo al procedimiento legislativo con el tiempo prudencial y con sus etapas reglamentarias; es decir, esta iniciativa legislativa tendrá que estudiarse en las comisiones, y luego de la publicación de los dictámenes en el Portal del Congreso y/o en el Diario Oficial, se pasará a su debate en el Pleno para aprobarla por doble votación y en caso que sea favorable, entonces se podrá promulgarla. A nos ser, que la Junta de Portavoces exonere expresamente dicho procedimiento con el voto que represente no menos de tres quintos de los miembros del Congreso. Vale decir, 78 congresistas.

Intentamos comunicarnos con el congresista cusqueño Jorge Vásquez para que nos dé sus impresiones y nos explique algunos detalles de su iniciativa legislativa; pero no tuvimos respuesta.  

Bonus track: Recordemos que el actual Ministerio de Comercio Exterior y Turismo fue creado en el 2002 durante el gobierno de Alejandro Toledo, ya que anteriormente, en 1992 desde el mandato de Alberto Fujimori se denominaba Ministerio de Industria, Turismo, Integración y Negocios Comerciales. Asimismo, el Ministerio de Cultura se creó por primera vez, durante el segundo régimen aprista de Alan García, en el año 2010; ya que anteriormente, solo existía el Instituto Nacional de Cultura (INC) que fue creado el 09 de marzo de 1971 durante el gobierno del General de División Juan Velasco Alvarado.