El Ministerio de Cultura (Mincul), como parte de las acciones del plan ‘Perú: País de las Huacas’, viene impulsando la generación de alianzas estratégicas con los gobiernos regionales, gobiernos locales, entidades públicas y entidades privadas, para la preservación, puesta en valor y uso responsable de los bienes inmuebles prehispánicos, a través de una gestión participativa.
En ese sentido, un equipo de ‘Proyectos en Activos’ de ProInversión, encabezados por Rodolfo Zapata; el representante del Estudio Muñiz, Diego Mori e inversionistas privados, acompañados por el director de la Dirección General de Patrimonio Arqueológico Inmueble, Martín Córdova, visitaron las instalaciones de las Huacas Mateo Salado de Pueblo Libre y San Borja, con la intención de conocer los espacios disponibles y trabajar en el desarrollo de ‘Proyectos en Activos’, en las áreas declaradas como patrimonio.
“Estamos evaluando la posibilidad de poner en marcha un proyecto de gastronomía en este importante sitio arqueológico, que de hecho se presenta como una propuesta para desarrollar cultura y gastronomía, que van de la mano”, dijo uno de los inversionistas que visitó las huacas en el mes de junio.
En esa ocasión, la ex titular del Mincul, Leslie Urteaga, informó a los inversionistas que están a disposición, seis bienes patrimoniales inmuebles: las huacas de Mateo Salado (Pueblo Libre y Breña), San Borja (San Borja), Incahuasi de Lunahuaná (Cañete), Huaycán de Pariachi (Ate), Mangomarca Sector B (San Juan de Lurigancho) y Huallamarca (San Isidro), las mismas que están disponibles y listas para que el ministerio pueda recibir las propuestas de los privados interesados en brindar diversos servicios como gastronomía y/o de esparcimiento.
Todavía no se tiene estimada la inversión necesaria para llevar a cabo la adjudicación mediante PA. Los estudios que alisten los desarrolladores turísticos deberán ser revisados por el Mincul, a fin de decidir si se llevan a cabo o no. A partir de ahí, se podrán estimar los plazos, detalla Emerson Castro, titular de la Dirección de Portafolio de Proyectos de ProInversión, para el medio Infobae Perú.
Una ‘papa caliente’ para el nuevo ministro de Cultura
Cada vez que se habla del ingreso de la inversión privada dentro de un sitio arqueológico, en este caso una huaca, siempre hay que tomarlo con pinzas, pues lo que debe de protegerse de manera no negociable es la preservación de tal sitio.
Solo cabe recordar lo que ocurrió en el año 2011 con el edificio conocido como el Palais Concert (o Casa Barragán), ubicado en pleno Jirón de la Unión; inmueble de alto valor cultural, el cual fue tomado en posesión por una tienda por departamentos, la misma que habría realizado modificaciones de su infraestructura sin los permisos municipales correspondientes.
O el caso de la huaca Pucllana, ubicada en el distrito de Miraflores, la cual se inauguró un restaurante de asociación público- privada (APP) en el año 2000. En un principio, explica el ex ministro de Cultura Luis Jaime Castillo para el citado medio, se suscitaron algunas discrepancias entre el inversionista privado y la municipalidad, algo que finalmente se solucionó modificando la norma vigente, en este caso el Decreto Legislativo N.º 1362.
Lo cierto es que algunas de esas ‘discrepancias’ van relacionados con lo permitido que se puede hacer dentro de esa cesión de terreno, sea esto excavaciones, colocación de columnas, soportes, bases, dúctos, o cualquier otro elemento que pueda alterar en lo más mínimo el sitio arqueológico, en el caso de instalaciones para restaurantes. Lo que le concierne al Mincul, representado por el ministro Fabricio Valencia, es el rol fiscalizador ante cualquier atropello de esos monumentos o sitios arqueológicos. Si bien la inversión resulta positiva, a primera vista, esta tiene que realizarse con las mayores diligencias posibles, para que de esa manera no tenga un fin meramente lucrativo a favor de una de las partes.