Hace apenas unos meses el gobierno peruano a través de su
Ministerio de Transportes y Comunicaciones recibió las ofertas-técnicas de
países como España, Turquía, Corea del
Sur, Canadá y Francia en lo que se denomina un acuerdo de Estado a Estado, para
la construcción del ya criticado proyecto Aeropuerto Internacional de Chinchero
en Cusco.
El MTC ha cumplido con evaluar en el segundo trimestre
del año al país que finalmente suscribirá el contrato y/o convenio para
iniciar la construcción de dicho aeropuerto.
El Consorcio ganador Korea Airport Corp (KAC) acaba de obtener el acuerdo que asciende a 30 millones de dólares solo para administrar el proyecto aeroportuario cusqueño que costará alrededor de 484 millones de dólares, y cuya entrega sería en el año 2024.
Dicho Consorcio surcoreano firmará el contrato con el
gobierno de Martin Vizcarra (personaje estrechamente vinculado al escándalo
ocurrido con Kuntur Wasi en el proyecto del Aeropuerto de Chinchero) a fines del
mes de julio, e inmediatamente KAC
tendrá la capacidad de realizar una subasta internacional para “seleccionar” a
las empresas que construirán el aeropuerto.
KAC es un
poderoso Consorcio que
opera 14 aeropuertos
en el país asiático,
y uno de sus más grandes afanes es convertirse en el
socio estratégico-comercial de proyectos en toda Latinoamérica. Como ya lo
viene haciendo en Colombia y Ecuador con la administración de operaciones en el
Aeropuerto de Manta, el Aeropuerto Regional de Santa Rosa y el Aeropuerto
Internacional de Latacunga Cotopaxi, en ese
contexto, Perú no sería la excepción para las pretensiones del CEO de
KAC: Sung II-hwan que siempre buscó
fortalecer su ingreso al mercado latino.
Ante todo, ello, si se trata de fondos, KAC los tiene de sobra, porque según sus últimos reportes corporativos se ha establecido que su propio fondo de infraestructura asciende a USD 33.2 billones de dólares solamente para proyectos de desarrollo aeroportuario en América Central y del Sur, incluidos también: el nuevo Aeropuerto de Bogotá y la operación del Aeropuerto José Joaquín de Olmedo de Guayaquil.
La pregunta es ¿Por qué KAC está obsesionado en
operar aeropuertos en Sudamérica, y en
países como Colombia, Ecuador, Perú y Brasil?
Por su parte el presidente Vizcarra también ha mostrado un
tenaz interés, casi convertido en obsesión por la idea de la construcción del Aeropuerto
Internacional de Chinchero desde que asumió la cartera de Transportes y
Comunicaciones, y que le costó el puesto como ministro. Cabe mencionar que él
como mandatario sigue empecinado con dicho proyecto, y se ha mantenido silente respecto
a las negociaciones que se han venido dando con el Consorcio surcoreano KAC.
Asimismo, es exigible que la ministra de Transportes María Jara de una
conferencia de prensa a los medios para que explique los acuerdos técnicos
concretos para la firma del contrato próximo a celebrarse.
Hay que precisar que el pueblo cusqueño está en contra de la
construcción de dicho aeropuerto, y quién
también estuvo en contra, e incluso firmó el pedido para que no se realice la construcción de dicho proyecto,
fue precisamente Ulla Holmquist, ministra
de Cultura que actualmente se encuentra alejada de dicha cartera.
Para los críticos de
la construcción del Aeropuerto Internacional de Chinchero, dicha obra solo
beneficiaría a intereses chilenos; y además atentaría contra el Patrimonio
Cultural de la región Cusco.