Ante la presión mediática el presidente de la República, Pedro Castillo, ha visto conveniente cambiar su estrategia del silencio voluntario a una postura mucho más contestataria, haciendo énfasis en el arcaico discurso de la lucha de clases y el racismo divisionista, ocasionando que se abra nuevamente la brecha entre los peruanos. Colocar a los pobres contra los ricos, o viceversa; al blanco contra el indígena; al capitalino contra el serrano. A eso ha llegado el presidente con tal de permanecer un minuto más en el poder.
Imaginándose que el mismo efecto va a obtener como cuando se encontraba en campaña, presentándose como un profesor humilde, del campo, padre de familia que se desvive por sus seres amados, orando antes de cada comida, ahora recurre (o le vienen aconsejando) a esos artilugios para permanecer en el sillón presidencial. Las realidades son distintas: ahora es el máximo representante de un país, pero con seis investigaciones en su contra, antes era solamente el 0.01% de intención de voto en algún momento de la contienda electoral. Un accidente del destino.
Los últimos sucesos han motivado al mandatario a finalmente ponerse al frente de las pantallas para responder que todo lo que se viene realizando se trata solamente de un “show mediático” orquestado por un presunto grupo golpista.
Por último, se detalla que los sectores Cultura, Comercio Exterior y Turismo, y del Ambiente “vienen trabajando la ejecución de un conjunto de acciones concretas que permitan compatibilizar la protección del patrimonio arqueológico con el desarrollo de un turismo sostenible, comprometiéndose a dar cuenta de estos avances a la población de Cusco y sus autoridades”.
“Hacen un show para que a su familia la tengan enmarrocada y digan al país ‘ese es su presidente, su familia’. Quieren enmarrocar a su familia, y ¿por qué no enmarrocan a los que han abandonado la educación del pueblo?”, agregó.
Pedro Castillo reiteró que estas investigaciones y acusaciones no lo van a “quebrar” tras agradecer el respaldo del pueblo, para luego referirse al incidente que ocurrió en el Congreso este jueves, cuando María del Carmen Alva agredió durante una discusión a Isabel Cortez.
“Cuando hay un debate en el primer poder del Estado, lejos de ver esta realidad, hay ciertas personas que se han criado en alfombras y ningunean, y tratan mal a nuestras hermanas congresistas que vienen de la clase obrera y cuando alguien hace eso, simplemente una amonestación. Si fuera al contrario, esa congresista que ha sido ayer maltratada ya la hubiesen desaforado. Eso no podemos permitirlo”, aseguró.
Castillo Terrones terminó su pronunciamiento desde una camioneta y con un megáfono asegurando que las verdaderas redes “encubiertas” son las que no han atendido las necesidades del país.”
“Van a ir por mi familia, o compañeros, por otros hermanos, pero se hará en la medida que estamos dispuesto por el país”, concluyó.
Este evento oficial ocurre un día después que el Ministerio Público abriera una sexta investigación preliminar contra el jefe de Estado en la que también está incluido el ministro de Transportes y Comunicaciones, Geiner Alvarado.