En su primer mensaje a la nación, el flamante presidente de la República, Pedro Castillo Terrones, ofreció un variopinto conjunto de anuncios en el ámbito económico, educativo, sanitario, cultural, entre otros, dentro del Congreso de la República. Uno de los títulos, que dio una idea sobre su línea de gobierno, fue su anuncio sobre el riesgo en el que está el departamento de salud y la crítica hacia la televisión de espectáculos y su idea de ayuda social que suele brindar.
Sobre la pésima administración que brindan las instituciones del sector hospitalario, apuntó lo siguiente: “Los sistemas públicos y privados de pensiones, así como la atención de la salud de la población en EsSalud y el Minsa al que nos hemos referido anteriormente están en crisis. Consideramos que la protección social en el Perú, debe pasar por las políticas de aseguramiento al acceso y derecho pleno, a salud y pensiones”.
Las sociedades que suelen aprovechar el malestar del pueblo, que espera horas, días y hasta semanas para ser atendido, es justamente la de televisión y Castillo fue severo ante ello: “Ningún peruano debe hacer colectas o denigrarse en programas de espectáculos o mendigar por atención en centros de salud o para tener una pensión digna”, sentenció el presidente de 51 años ante el aplauso de los congresistas, presidentes extranjeros, políticos e invitados en el Poder Legislativo.
Cabe resaltar que estos canales de televisión continúan emitiendo programas de entretenimiento mostrando contenido social, década tras década, donde las personas más vulnerables suelen llorar ante las cámaras, que no tienen reparo alguno para grabarlos en un momento sensible, rogando por ser atendidos en algún centro de salud.
Recordemos que, en plena campaña presidencial, el aún candidato Castillo propuso eliminar los programas basura para así apoyar la cultura. «Un medio de comunicación debe estar lejos de esta farándula y programas que venden todo tipo de basura. ¿Hay algún programa de cultura? No lo hay», afirmó en abril pasado. Además, añadió: «Lo que vamos a hacer es llamarlos a ellos y darles un tiempo prudencial. Decirles que están acá en el Perú. Lo que tenemos que vender al país son programas que al país le corresponden».
Las promesas que dio en su momento no fueron olvidadas en su primer discurso como presidente de la nación.