Opinión

Presidenta Dina Boluarte, ¿conoce usted la JAE del Ejército?

Lee la columna de Rafael Romero

Published

on

Por Rafael Romero

La ciudadana Dina Boluarte no solo es la presidenta de la República sino también, de acuerdo al Art. 167 de la Constitución Política, “es la jefa suprema de las Fuerzas Armadas”, de modo que ningún suceso importante dentro de esta institución de la seguridad y la defensa nacional le puede ser ignorado ni esquivo.

Máxime cuando, en su mensaje a la nación de cinco horas, expresó a 34 millones de peruanos su deseo y compromiso para luchar contra la corrupción y la inmoralidad pública, por lo que le vendría bien a la nación que la jefa de Estado pida de inmediato cuentas al ministro de Defensa, general EP (r) Walter Enrique Astudillo Chávez, acerca de lo que ocurre dentro de la JAE del Ejército. 

Pero, ¿qué es la JAE? Son las siglas de la Jefatura de Apoyo Educativo del Ejército, adscrita al Comando de Bienestar (COBIENE), y se encarga de planificar y evaluar los procesos educativos en los “colegios” del Ejército en los niveles de Educación Inicial, Primaria y Secundaria. Lamentablemente, propios y extraños señalan que la JAE se convirtió en el cajón de sastre del Ejército, y en el lugar donde envían a los oficiales menos preparados y sin estudios en educación para ocupar cargos sin tener el perfil adecuado. Incluso el malestar aumenta porque en muchos casos llega a la JAE personal sobrante o indisciplinado, procedente de otras áreas supuestamente más importantes o estratégicas del instituto castrense.

En ese contexto, se tendría que reorganizar a la JAE con el objetivo de que en lo sucesivo se envíe y destaque ahí a lo mejor del Ejército y al personal que tenga absoluta idoneidad para cumplir los convenios suscritos con la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana (del MINEDU). 

Pues, por ejemplo, se acaba de producir un atentado contra personal del MINEDU que trabaja en aula de la I.E. Jesús Niño (UGEL 01 – San Juan de Miraflores), donde el director es un oficial del Ejército que habría cometido abuso de autoridad y maltrato contra una destacada docente de amplia trayectoria en el sector Educación, tema que de seguro esta semana llegará a la Policía Nacional, la Gobernación del distrito, al Ministerio de la Mujer y la Defensoría del Pueblo, al existir evidencias de que el director de dicho colegio estaría cometiendo excesos que no hablan nada bien de su idoneidad, por lo que estaría trayendo por tierra el convenido Ejército – DRELM, en medio de denuncias por actos de abuso que atentarían contra la imagen y el prestigio del instituto militar.

Desde ya, en respeto de las docentes del MINEDU, en este momento el ministro de Educación, Morgan Quero, y el director de la DRELM, el doctor Luis Alberto Quintanilla, deberían tomar conocimiento de estos hechos, e incluso el ministerio de la Mujer, dada la dureza y el maltrato que se habría cometido contra las docentes porque incluso estarían siendo discriminadas al no ser del Ejército.

No obstante, existen otros hechos que la presidenta Dina Boluarte también debería atender para que su discurso en materia de Educación y buen trato al docente no caiga en saco roto, pues las cosas no andan bien en la JAE y debería proceder a reorganizar COBIENE y la referida JAE, contando con la atenta mirada del ministro de Defensa y la Comandancia General del Ejército.

Esto implica, por ejemplo, hacer una auditoría a varios colegios, entre ellos Pedro Ruiz Gallo desde año 2017 a la fecha, pues habrá sorpresas. Asimismo, en otras Instituciones Educativas de Chorrillos, donde hay mucho presupuesto, pero obras mal realizadas, se ha roto la idoneidad a partir de que las exdirectoras que debieron regresar a las aulas, habrían cooptado a militares de la JAE para quedarse ellas con puestos privilegiados en oficinas e incluso como supervisoras de los colegios donde fueron jaladas, no descartándose que actúen hoy con represalia por no haber alcanzado el puntaje necesario para volver a la dirección en esos planteles. 

Por otro lado, en años anteriores, algunas de esas exdirectoras llegaron a los puestos de dirección a dedo, sin haber ganado concurso alguno y sin ser de la especialidad en Educación Inicial o Primaria. Igualmente, no se descartaría pagos indebidos y excesivos a cierto personal de los colegios del Ejército, cuyos montos no estaban en concordancia con las normas.

En consecuencia, la presidenta Boluarte tiene mucha tela que cortar en el COBIENE y la JAE, como jefa suprema de las Fuerzas Armadas, partiendo de que ella no debería dejarse sorprender por las argollas de impunidad que se han construido desde el 2017 a la fecha en esas instancias.  Así, el Poder Ejecutivo tiene que ser consciente que es mejor curarse en salud, pues hay abundante información que llega a los medios sobre lo que pasa en la JAE, o en el Colegio Pedro Ruiz Gallo, por lo que también la Contraloría General de la República y la Fiscalía tendrían que realizar las pesquisas que el caso exige.

Por fortuna, para poner orden y para que el mensaje de la primera mandataria tenga sentido, y no sea jarabe de lengua, actualmente existe un hombre del Ejército al frente del Ministerio de Defensa, el general EP (r) Walter Astudillo, que conoce el COBIENE y la JAE, por lo que nadie le podrá engañar si y solo si actúa en justicia y en verdad, sobre todo porque cuenta con “Maestría en Gestión de la Calidad de la Formación Educativa” por la Universidad Complutense de Madrid; y cuando precisamente es la calidad educativa la que está en cuestión en la I.E. Jesús Niño, de San Juan de Miraflores, donde personal del Ejército en la dirección del plantel estaría atentando contra el convenio suscrito con la DRELM o en el caso del colegio Pedro Ruiz Gallo, que hace años estaría dirigido por militares que no tienen la idoneidad ni la transparencia necesarias para el cargo.

Como preguntábamos en columna anterior, desde LIMA GRIS, ¿quién le pone el cascabel al gato al COBIENE y la JAE? Presidenta Dina Boluarte, usted tiene la palabra.

Comentarios
Click to comment

Trending

Exit mobile version