No aprende. Una persona que no sabe controlar sus emociones no debería tener un cargo público, sobre todo los congresistas, quienes son los representantes de la población. La inmadurez emocional de la congresista Rosselli Amuruz(Avanza País) una vez más le hace una mala jugada, pues esta, luego de escuchar la sanción que la Comisión de Ética le impuso por participar en una fiesta donde falleció una persona, no se quedó callada, amenazando al presidente de dicha comisión con difundir videos donde se le muestra en fiestas en plena semana de representación.
Ante ello, el parlamentario de la bancada de Perú Bicentenario, Jorge Marticorena, presentó una denuncia ante la Comisión de Ética alegando “falta a la ética parlamentaria bajo proceso especial de flagrancia”.
«La actitud de la congresista denunciada nos agravia a todos los miembros de la Comisión de Ética Parlamentaria por cuando incluso, en sus argumentos y amenazas, ha cuestionado nuestra decisión pese a que un Estado democrático de derecho obliga a respetar los acuerdos que se tomen, aun cuando no se esté de acuerdo con ellos», se lee en el documento realizado por el parlamentario.
Congresista Amuruz salió a ofrecer disculpas
Tras el incidente que protagonizó, la legisladora se disculpó por haber salido abruptamente de la sesión de la Comisión de Ética que la sancionó por no informar si organizó la fiesta del ex legislador Paul García, en la que murió el comunicador Christian Tirado. Sin embargo, sostuvo que la sanción en su contra se dio por un informe elaborado sobre la base de dichos que no fueron corroborados.
“En qué se está basando la Comisión de Ética, en dichos, citaron a distintos testigos y les comunico que ninguno asistió, ninguno dio ningún testimonio de que efectivamente yo había organizado la fiesta (…) Es por ello mi molestia y pido las disculpas públicas”, sostuvo de manera genérica, no determinando si se disculpaba con su compañero de bancada, el legislador Diego Bazán.