¿PREMIOS GOYA O PREMIOS A LA ARGOLLA?

Hace unas semanas se conoció que la película peruana Como en el cine, fue seleccionada para representar al cine peruano en los premios Goya 2017, hasta ahí todo bien. Pero cuando nos enteramos que entre el jurado para elegir la película se encontraba el cineasta Francisco Lombardi, nos hicimos la siguiente pregunta ¿Si Francisco Lombardi participó en la película Como en el cine, por qué fue jurado?

Es decir, Lombardi premió la película donde participó. Aquí hay un grave problema que no es nuevo, al parecer DAFO ( Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios) del Ministerio de Cultura, no está realizando el trabajo que le corresponde, o les parece normal estás situaciones de falta de ética.  Ya vimos lo que pasó en el Cusco  con los premios de DAFO, ahora otro oscuro capítulo de falta de ética sucede en Lima ¿alguien dijo argolla?

La crítica de cine Mónica Delgado escribió en su cuenta de Facebook “A ver un momento. ¿Pancho Lombardi no sale haciendo de sí mismo muy afanoso en Como en el cine? ¿Y ha sido jurado que ha elegido a Como en el cine de Gonzalo Ladines como pre candidata peruana a los premios Goya? ¿Un club de cameos? En cualquier país esto sería escandaloso pero acá como si nada”.

El señor Lombardi no debió ser jurado, cómo puede ser posible que el Ministerio de Cultura que es la institución que se encarga de esto, permita y promueva la falta de ética. Señor Ministro de Cultura Jorge Nieto ¿qué pensaría Juan Bullita de esto? Sin duda, diría que es una vergüenza.

Por otro lado Lombardi no debió aceptar ser jurado, pero nos damos cuenta que esto no le interesó. Algunos dicen que la aparición de Lombardi en la película solo fue un cameo. Lo repito, así sea que participe en la película levantando cables, no puede ser jurado.  NO ES ÉTICO, no puede ser juez y parte de la película premiada.

Lamentablemente son pocas las personas que han mencionado algo sobre el tema, para ser sinceros la mayoría de “críticos de cine”  guardan silencio para no perderse los cócteles ni las invitaciones a los festivales internacionales. Muchos de ellos prefieren callarse como es costumbre de la hipocresía limeña.

Sobre la película Como en el cine, solo tengo que decir, que es una hamburguesa con buena porción de papas fritas remojada en litros de aceite. Lo mejor hubiese sido no enviar una doble vergüenza a los premios Goya.