Mirémonos a las caras y seamos honestos. ¿Quién no quiere ganarse el Premio Planeta? Así sea por el dinero (1 millón de euros para el ganador, más que el Nobel de Literatura) el Premio Planeta es un premio de prestigio. La ha ganado Cela, MVL, Javier Cercas y Posteguillo entre otros. En sí mismo el premio tiene peso en cuanto prestigio. Y lo más curioso es que en los últimos años la han estado ganando autores del gran rival de editorial Planeta, como es el caso de Cercas autor de Random House. En esta oportunidad le tocó a Carmen Mola, un pseudónimo bajo el que se ocultaban tres escritores que cuál guionistas de Netflix crearon el gran fenómeno editorial de la saga de La novia gitana, una trilogía editada por Alfaguara, del grupo Random House, el cual es el fenómeno editorial de novela negra que se impuso apenas anteayer a más de medio millar de novelas en competencia.
Cómo autora Carmen Mola (detrás de la cual se encuentran tres hombres de mediana edad: Díaz, Martínez y Mercería) es “alguien” todavía reciente en el mundo de los libros, lo cual hace recordar al último premiado “novel” del certamen, como es el caso de Juan Manuel de Prada (Premio Planeta de 1997 por La tempestad). No obstante el bagaje y trayectoria del equipo de escritores tras Carmen, este es un premio en cierto modo reivindicativo de los nuevos narradores, además de revelar el secreto de la misteriosa Mola.
Resulta hasta gracioso, Mola siendo un pseudónimo compitió este año detrás de otro pseudónimo y lo más gracioso es la sorpresa que se llevaron los asistentes al premio y los medios que la cubrían, para quienes Mola no es ninguna desconocida. Quizá una sorpresa incómoda en la era de la corrección y el feminismo, y sin embargo un premio merecido al esfuerzo no de una individualidad sino de una comunidad de autores.
En una entrevista no hace mucho a Mola, “ella” mencionó lo siguiente: “No tengo ningún motivo por el que desvelar mi identidad (…) aunque siempre podemos poner un cero más al cheque”. Pues varios ceros detrás de uno la han sacado del misterio. La saga de la inspectora Elena Blanco ha vendido más de 400 mil ejemplares desde 2018 y todo hace ver qué su número de ventas aumentará cuando se publique La bestia, título ganador del Planeta 2021.
Alegra que este año no se haya perdido después del fiasco del premio Nobel (¿En serio estando Houellebecq y Cartarescu vivos?). A veces los intentos de justicia resultan, sobre todo en arte, injustos. A veces pseudónimo tras un pseudónimo ofrecen la esperanza de la venganza. Este año le tocó a Planeta reivindicar el género de Cervantes, y una cosa que no está demás mencionar, desde este año el premio con mayor dotación de dinero en el mundo es un premio en lengua española. Habrá muchos que criticarán el mercantilismo del certamen, pero una cosa es cierta, como hace falta plata en el bolsillo y reconocimiento a los escritores que se lo toman en serio. Si no fuese por estos premios mercantilistas y la vocación mercenaria de los escritores, seguramente hoy día casi nadie sabría quien fue Roberto Bolaño.
Cabe destacar algo más de esta premiación. O mejor dicho, dos cosas. Primero la prolija producción de Mola (una trilogía en tres años) solo es posible por la obra coral de un equipo de escritores especialistas en el thriller; y segundo, se necesitan tres hombres para escribir como una mujer.
Ah, me olvidaba. Los ganadores dedicaron el premio a aquello que extrañamente los hermana, el padre de cada uno de los autores está muerto. A la memoria del padre, pues.