Para muchos lectores el premio Alfaguara es un galardón que se ha venido desprestigiando desde hace ya buen tiempo. La desconfianza crece año a año luego de conocer cómo las diferentes obras que se han ido premiando y publicando van muriendo en el olvido, salvo muy pocas excepciones. Hoy, «Memes literarios», una fanpage que bien podría resumir nuestra época, publicó la primera página de la novela del argentino Patricio Pron, Mañana tendremos otros nombres, obra que resultó ganadora del Premio Alfaguara de Novela 2019 y cuya página de inicio está plagada de cacofonías y errores de redacción que distan mucho de lo que uno espera de un premio «emblemático».
En su primera página la palabra «había» se repite catorce veces, mostrando la pobreza de los recursos literarios de un escritor que ha sido considerado por un sector de la crítica como uno de los escritores más brillantes de sudamérica. ¿Cómo una novela así se convierte en Premio Alfaguara 2019? ¿Qué es lo que califican los jurados?
Revisando información sobre el Premio Alfaguara encontramos que el jurado del 2019 estuvo conformado por los escritores Juan José Millás, Manuel Vilas, Jorge Fernández Diaz, Gunilla Sondell, Estrella García y Pilar Reyes. En el acta el jurado mencionó:
« Un texto sutil y sabio, de gran calado psicológico que refleja la época contemporánea de manera excepcional y toma el pulso de las nuevas formas de entender los afectos».
Por su parte el escritor Juan José Millás (presidente del Premio Alfaguara de novela 2019) señaló «Tengo la impresión de que hemos premiado una novela excelente que quizá el tiempo convierta en una obra maestra».
Al respecto, el escritor Rodolfo Ybarra comentó: La primera página del Premio Alfaguara 2019 es tan aburrida y tan mal escrita que tiene 15 veces la palabra «había». Una salvajada por la cual el señor que firma como Patricio Pron, se ha embolsicado 150 mil dólares y cuyo título irónicamente es Mañana tendremos otros nombres. Lo primero que tiene que hacer este señor es comprarse un diccionario de sinónimos; y, si le interesa el asunto, dedicarse a escribir seriamente. Ya sabemos que los premios literarios hoy en día no son de confiar. Y los jurados son unos verdaderos mequetrefes con intereses extraliterarios. Una verdadera lástima».
Para el escritor Gabriel Rimachi Sialer: «Los grandes premios internacionales rara vez responden a un cuestión estrictamente literaria; se sostienen más bien en un programa con proyecciones comerciales de rentabilidad económica. Recordemos que los premios son en realidad adelantos económicos por derechos de autor, y esos dineros tienen que ser recuperados. Pero el punto acá es ¿qué se premia? ¿la estética literaria? ¿la apuesta narrativa? ¿la ambición en su estructura? ¿o es tan sólo la novedad temática? La novela de Pron podría resumirse como «El amor en los tiempos del Tinder» pero ¿basta acaso sólo desarrollar una historia en base a la modernidad sin tomar en cuenta el lenguaje? La novela de Pron no es mala, pero está lejos, muy lejos, de ser una obra maestra… a pesar del tiempo».
Leyendo el texto de Pron uno no deja de preguntarse si la sentencia de Millás -de que quizá con el tiempo esta novela se convierta en una obra maestra– sea no solo una broma de mal gusto, si no una radiografía terrible de cómo está la situación de la literatura que nos quieren vender los grandes grupos editoriales.