“El desencuadre es una perversión que pone un punto de ironía sobre la función del cine, la pintura o incluso la fotografía, como formas de ejercicio de un derecho de mirada.” – Pascal Bonitzer, Desencuadre.
En los últimos años ha surgido un nuevo tipo de cine en el ámbito festivalero, el cual carece de un nombre claro, ya que los críticos y catedráticos temen que pase lo que ya pasó: que se vuelva un establishment. Es un cine más que todo caracterizado por dos cosas: el desencuadre y la actuación desnaturalizada.
El desencuadre viene hacer de alguna forma la negación de la acción dramática. Aquello que mueve la historia es ignorado por aquello que esta inmóvil e implícito.
Es casi como una toma fuera de campo, como si la cámara hubiera dado un giro de 180 grados, mostrado al crew cinematográfico mirando la los actores hacer lo suyo. Un ejemplo claro es una escena de orgías, donde en vez de ver la misma orgía, vez a los espectadores del acto.
La actuación en este cine sin nombre se llamado naturalizado, pero yo refuto que es todo lo contrario. Se evitan planos detalles del rostro, hay largas tomas donde los actores no gesticulan nada y se suele usar encuadre de larga duración para dilatar y enrarecer.
Otro vez se muestra lo que Hollywood nunca muestra, los momentos, entre los grandes momentos, donde la historia no está siendo narrado, sino esta en especie de descanso, es casi un desencuadre de la actuación.
Con este cine se percibe un especie de liberación ya que rompe con el establishment propuesto por Hollywood, no le importa narrar una historia concisa, menos que se entienda la película de forma una clara, más bien lo que busca es llenar los vacíos impuestos por el estilo clásico, mostrar el fuera de campo del guion para decirlo de una forma.
Y aquí es donde fracasa, porque a la primera funciona, pero con la iteración va formado códigos por lo que va estableciendo un campo visual y un fuera de campo. Lo que antes no se percibía ahora se percibe con frecuencia y así construye un nuevo establishment, dejando nula su supuesta liberación.
De alguna forma se podría entender el encuadre como una metáfora de la realidad, el cual es inestable y en constante movimiento. Por otro lado, el en cuadre implica un fuera de campo, una censura para decirlo de alguna manera.
Si a realidad y el encuadre se entienden como una superficie, cóncava y convexa al mismo tiempo, casi como la superficie del agua marítima. De la misma forma, el desencuadre se podría percibir como lo que está debajo y por encima de esta superficie, como lo irreal, como lo imaginario.
Así una película de estilo clásico muestra el modo operante de lo real, el cual hasta con miradas objetivos es sujeto a la conciencia de sus actores, porque de hecho son los que lo forman. El actor elegí que mirar y que no mirar y más importante como mirarlo y como no mirarlo. Esto en un trabajo de conjunto comunitario es como se conforma la realidad, casi como un consenso entre perspectivas.
Por eso se puede decir que el desencuadre es una mirada a lo irreal, lo cual explica efecto enrarecido. Adjunta a lo que las personas normalmente no les interesa mirar y lo que no se podría formar un consenso comunitario al mirarlo. De alguna forma retrata el vacío y la nada entre los espacios: el lugar perfecto para la creación.
Post Tenebres Lux, la película de Carlos Reygadas, retrata una familia adinerada en un campo rural. La película solo narra las vísperas de una historia, es casi como una imagen fotográfica de un momento conciso, mucho es implicado pero la acción misma es poca.
Mientras más sabemos de esta familia más confuso se vuelve todo, como si la imagen de la familia perfecta se difumina al tener conocimiento sobre ellos. Nunca es claro por el marido y la mujer se pelea, ni por que la mujer hasta tan triste, ni marido tan preocupado. Se podrían atribuir causas pero este ya es la imaginación del espectador.
Se juega durante el transcurso del relata entre el encuadre y descuadre. A veces se desencuadre hasta encuadrar (como en la escena de la orgia) y otras veces se encuadra hasta descuadrar (como la pelea en la cocina).
La película misma empieza por el desencuadre y poquito a poco va alternando hacia el encuadre y de ahí hacia desencuadre de nuevo para final. Y así la liberación que busca el desencuadre es realizada, no tanto por la negación constante del campo visual, sino por la constante renovación y alternancia entre la acción dramática y la acción no dramática.
Asimismo, lo que propone la película de Reygadas es que la liberación no está en ligarse a un establishment alternativa sino en la constante alternancia y cambio, en la construcción y deconstrucción al mismo tiempo, entre la articulación de lo real y lo irreal.
Cuando el establishment se rehúsa a cambiar, se mantiene móvil pero sobre su mismo eje, implicando un constante movimiento circular, el cual su estabilidad es apeligrada por los constantes llanuras y elevaciones movedizas de la realidad. Está en peligro de hundirse a las profundidades, por qué el eje de un circulo, por más recto que sea, tiende a irse para los costados y caerse.
Por eso es necesario ese espacio donde se construyen nuevas cosas, ese espacio irreal, ese espacio que no sabes mirar, porque así poco a poco vamos aprendiendo a mirarlo y así le demos forma. Al hacer esto el establishment cambia y se renueva, dándole una oportunidad para mantenerse a flote.
Pero a la vez de mirar afuera, debemos mirar a dentro por que uno puede crear en la nada y en vacío, pero uno no puede crear de ellos. Más bien es necesario lo ya establecido para construir, para decirlo de otra manera: el reciclaje siempre ha sido el método por el cual se ha permitido que las cosas avancen.
Cerca del final del filme, hay un plano donde un peón de las tierras de la familia se arranca su propia cabeza. Esto nos recuerda que los partícipes de la película como la realidad son siempre actores cumpliendo un rol.
Más allá de eso, es importante apreciar que un rol es un rol, se debe tomar enserio, pero también se debe tener claro cuando es útil y cuando no, para esto es importe apreciar lo que es real e irreal, lo que existe y lo que no existe, lo que sabemos y lo que no sabemos. Y yace la importancia del descuadre, porque nos desborda a los desconocido, lo cual permite el nuevo conocimiento.