Opinión

Porky “pecha” al JNE y exige condiciones para debatir: “Al tribunal de ética lo boto a la basura”

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Muestra su intransigencia. Rafael López Aliaga mantiene en vilo su participación en el debate organizado por el JNE. Ha enviado un documento al organismo electoral criticando el formato del evento y pidiendo  el reemplazo de Mónica Delta y Pedro Tenorio; acusa a la primera de insultarlo por escrito y al segundo de trabajar para Odebretch. “Son 60 minutos para que todo el mundo insulte” añadió el «educado y calmo» “Porky”, con referencia al debate.

“Porky” Aliaga es el hombre de las mil caras. Durante la mayor parte de su campaña se ha hecho conocido por ofender, insultar y mancillar a sus adversarios políticos y a todo aquel que no esté alineado con sus ideas; sin embargo —dándosela de estadista— no desea debatir en el evento organizado por el JNE, porque dizque se insulta mucho. La pregunta que cae de madura es: ¿No es, acaso, López Aliaga uno de los candidatos que más ha insultado en la campaña? ¿Tiene temor de ser confrontado en sus propios términos? ¿O cree, que solamente él, tiene el derecho de mancillar a sus adversarios políticos?

Los argumentos para no participar en el debate son risibles. Según “Porky” el formato se presta a insultos y acusa a los moderadores Mónica Delta y Pedro Tenorio  de “insultarlo por escrito” a la primera y de trabajar para Odebretch al segundo. Es una muestra de humor involuntario que “Porky” se queja del formato porque promueve los insultos, cuando su campaña electoral se ha construido en base al insulto a sus adversarios y a la ramplonería. “Porky” ha calado en un sector del electorado por su uso ilimitado del ataque y la ofensa. ¿Ahora se las quiere dar de político?

Es disparatado, además, que considere la columna de Mónica Delta un insulto, cuando es una simple crítica. ¿Cree “Porky” que las opiniones contrarias a las suyas son un insulto Por otro lado, considera que Pedro Tenorio no debería estar en el debate por haber contratado con Odebretch. Si tan inmaculado y exquisito es “Porky” ¿Por qué tiene de abogado a un investigado por sus vínculos con Odebretch? ¿O le ofende Odebretch en algunos casos y en otros no? Resulta disparatado el argumento de pureza esgrimido por “Porky”  si es que se toma en cuenta que estos dos moderadores son simplemente eso, moderadores. Las razones para no asistir al debate no son las que refiere “Porky”: ni los pretendidos insultos ni la presencia de los moderadores. La razón es más sencilla: “Porky” no quiere verse confrontado.

Sin embargo, a los seguidores de “Porky” parece no importarles en lo más mínimo estas actitudes de su candidato. Los argumentos que desvelan la naturaleza del proyecto político del candidato celeste parecen no hacer mella en el entusiasmo de sus electores. No hay que negar que “Porky” ha conectado con un sector del electorado hablándole en sus propios términos, pero eso constituye antes que una identificación con los sectores populares, un aprovechamiento de su parte. No se puede negar tampoco la gran concentración de la llamada prensa “mermelera”. Es cierto que los grandes conglomerados de la prensa juegan su propio partido político y es cierto que las coberturas van direccionadas, pero eso no implica que López Aliaga es el único que puede combatir esto. Creer eso es una ingenuidad terrible o una ignorancia.

Mientras tanto “Porky” permanece tranquilo y anuncia que el mismo día del debate comunicará si participa o no. Su electorado vibra y los muñecos de apariencia porcina se replican como las nuevas cepas del coronavirus. Y es que hay quienes creen que los chanchos vuelan.

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