Una persona con el estómago vacío es una persona que no va a rendir en los estudios o en el trabajo. La ola delictiva en el Perú ha captado la atención durante los últimos meses de las principales portadas periodísticas; sin embargo, un tema que viene pasando desapercibido es la alimentación de millones de peruanos.
Nuestro país enfrenta una situación preocupante en cuanto al hambre, según el Índice Global del Hambre (IGH) 2024 elaboradas por las organizaciones Welt Hunger Hilfe, Helvetas Perú, Cesvi y Ayuda en Acción. El informe revela que el país ha mantenido un puntaje de 19.6 del 2023, es decir, igual que el año pasado, lo que lo posiciona como el peor de manera consecutiva en los últimos 15 años.
Este índice clasifica a 23 departamentos del país en niveles de hambre grave o moderada, de los cuales 10 presentan un diagnóstico de hambre “grave”. Mientras que 13 se encuentran en una situación “moderada”.
El estudio destaca que 10 regiones del Perú presentan un diagnóstico de hambre “grave”, lo que subraya la gravedad de la crisis alimentaria que afecta al país.
“Por segundo año consecutivo estamos en una situación crítica. […] Después de la pandemia, la situación se volvió incontrolable. Hay razones que son coyunturales y otras que tienen que ver con la estructura del sistema económico”, señaló Miguel Pintado, investigador del Centro Peruano de Estudios Sociales.
Causas de la deficiente alimentación
De acuerdo con el estudio, el diagnóstico influyó en que, en el año 2022, la economía enfrentó desafíos significativos, con una recesión económica, donde el impacto más severo se observó en aquellos hogares que destinan una gran parte de sus ingresos a la alimentación. Además, a la inseguridad alimentaria se añade las desigualdades y las crisis climática.
El IGH es una herramienta que mide y rastrea el hambre a nivel mundial, y su evaluación del Perú pone de manifiesto la urgencia de abordar esta problemática. La puntuación se calcula con base en la subalimentación (no se consume suficientes calorías), retraso de crecimiento infantil (desnutrición crónica en menores de cinco años), emaciación infantil (desnutrición aguda) y mortalidad infantil.