Por segunda vez en la historia, no se desarrollaría la procesión del Señor de los Milagros
Debido a la pandemia, la Hermandad del Señor de los Milagros no ha podido convocar a las procesiones multitudinarias por el Mes Morado. Solo en una ocasión se habían visto impedidos de hacerlo: hace más de un siglo, tras la guerra con Chile.
«Recibimos un octubre diferente, con esta coyuntura, en la que no hemos podido realizar actividades previas a la celebración y durante todo el mes”, comentó, para Lima Gris, Cristhian Pisconti, Secretario de la Décima Tercera Cuadrilla de la Hermandad del Señor de los Milagros.“Siempre hacíamos una vigilia presencial en la noche, previo al primero de octubre. En esta ocasión lo hemos hecho virtualmente, con nuestro rosario”, explica.
Por estas fechas, durante todos los años, miles de fieles se encontraban en la procesión católica, orando y siguiendo al Santo Patrono, salvo este 18 de octubre que devotos llegaron a la altura de la Av. Huancavelica en el Cercado de Lima a dejar las ofrendas florales. Sin embargo, la pandemia y las medidas de aislamiento impidieron el evento. Solo en la guerra con Chile —en el siglo XIX— no se llegó a celebrar la ceremonia espiritual por los momentos duros que afrontaba el Perú.
Con el pasar del tiempo hemos sido testigos de un grupo de aproximadamente 32 devotos llevando el gran lienzo con la imagen estampada, que pesa más de 900 kilos. Algunos otros devotos cuidaban la imagen agarrando una soga blanca de unos 80 a 130 metros, mientras las cuadrillas estaban pendientes de toda la movilización de la festividad.
Origen de la cuadrilla
La Décima Tercera Cuadrilla «Policía», según su vocero, Pisconti, “se proyecta en el año 1935 cuando un devoto del Señor de los Milagros, Juan de Lima, comienza a reunir personas devotas que no pertenecían a la Hermandad para iniciar con el trabajo de dar seguridad y cuidar el correcto desplazamiento perímetro de las andas del Señor de los Milagros durante los recorridos procesionales”.
La historia de la soga
En el pasado, la cuadrilla armaba la cuerda entre codos y brazos, no existía una soga en ese momento, hasta que en 1954 la Marina de Guerra del Perú hace la entrega de “La Soga”. Asimismo, al grupo de fieles se les llamó «Policía» por brindar seguridad a las autoridades eclesiásticas, hermanos y fieles devotos en todo acto religioso, además de mantener el orden y la calma del gran número de personas que concurren masivamente.
Anécdota del secretario
“Mi infancia la viví en el distrito de La Victoria y en esos años el Señor llega los 18 para 19 a pernoctar a la Parroquia Nuestra Señora de la Victoria, y por donde yo vivía se preparaban con cadenetas, juegos artificiales para recibirlo”, cuenta Pisconti. “Yo me iba a la procesión al siguiente día: venía del colegio, almorzaba y me iba. Lo encontraba por la Plaza Bolognesi y lo acompañaba desde Paseo Colón; siempre buscaba llegar a la soga y lo acompañaba ese tramo. Nunca pensé que años más tarde yo iba a pertenecer a la cuadrilla; coincidencias de la vida».
Descensos que lamentar
Además, Pisconti comentó que hubo solo dos devotos de la cuadrilla que fallecieron a causa del Covid-19 en los meses de mayo y julio. Agregó que los fieles devotos del Cristo Moreno mantengan la fe y recomendó a la oración constante para poder hacerle frente a la pandemia que afrontamos.
«Cristo vive en nuestros corazones, nuestro Señor Nazareno está con nosotros», sentenció.