Escribe Francisca Yu-tsz Chang Representante de la Oficina Económica y Cultural de Taipéi en Perú
Tomando en cuenta de las recientes confrontaciones en el Estrecho de Taiwán, es oportuno aclarar la diferencia entre Taiwán y China desde la historia, el Derecho Internacional hasta la diplomacia global.
La antigua China ha experimentado más de 20 dinastías en su historia milenaria desde el establecimiento del primer imperio Xia en 2070 a. c., hasta la caída de la última dinastía Qing a principios del siglo XX. Después del estallido de la Guerra del Opio entre China y Gran Bretaña en 1840, la monarquía Qing fracasó sucesivamente en batallas que la involucraron a gran y pequeña escala, y China se convirtió gradualmente en una subcolonia con un bajo estatus internacional.
El 10 de octubre de 1911, los Revolucionarios Chinos encabezados por el Padre de la Patria Dr. Sun Yat-sen derrocaron a ese último imperio, y fundaron la República de China (RDCh) en la ciudad de Nanjing el 1 de enero de 1912. Y el Dr. Sun Yat-sen asumió la presidencia de esta primera república democrática de Asia.
En los primeros años de su fundación, la RDCh estaba en fragmentación por los caudillos de herencia histórica. La reunificación del país se completó en 1928. En los siguientes 10 años, la nación entró en un período de rápida construcción, logrando elevar su importancia internacional y alinearse con los Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países para poner fin a la Segunda Guerra Mundial en 1945, convirtiéndose en miembro fundador de las Naciones Unidas y miembro permanente del Consejo de Seguridad de este organismo internacional.
Más tarde, el cansado Ejército Nacionalista del país que acababa de experimentar 8 años de la Segunda Guerra Mundial fracasó en la guerra civil contra el Partido Comunista Chino, que se había iniciado en 1927. Tras esta derrota, el gobierno de la RDCh perdió el control del continente chino y se trasladó a Taiwán en 1949. En octubre del mismo año, el Partido Comunista Chino anunció el establecimiento de la República Popular China (RPCh) en Beijing. Desde entonces, la RDCh ha continuado ejerciendo la jurisdicción efectiva sobre la isla principal de Taiwán y un número de islas aledañas, lo que ha dejado a Taiwán y China bajo el régimen de diferentes gobiernos.
Después de reubicarse en Taiwán, la RDCh promovió activamente la construcción económica de la isla, transformándose de una sociedad agrícola a la industrial, pasando a la alta tecnológica hoy en día. En la escena internacional, desempeñó activamente un papel responsable en la ONU para la paz global hasta el 25 de octubre de 1971, la Asamblea General de la ONU aprobó la Resolución 2758, reconociendo a la RPCh como el representante de China ante este organismo mundial. A causa del cual, la RDCh se retiró de la ONU. Cabe resaltar que esa resolución aborda simplemente el tema de la representación de China en la ONU, no hay mención del reclamo de soberanía de la RPCh sobre Taiwán, ni la autoriza a representar al país en su sistema.
Como es de amplio conocimiento, ”Taiwán” es el llamado geográfico de la isla, y su nombre oficial es la República de China, una nación completamente independiente que cuenta con las 4 condiciones esenciales -la población, el territorio, gobierno y capacidad para entablar relaciones con los demás estados- para tal, de acuerdo con la《Convención de Montevideo sobre Derechos y Deberes de los Estados》. La RDCh tiene, en la actualidad, 14 aliados diplomáticos y desarrolla relaciones pragmáticas con los otros países del mundo como Perú, los Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, etc. y que va a celebrar su 111° aniversario del Día Nacional el próximo 10 de octubre de este año 2022. Taiwán nunca ha sido, tampoco será la “isla rebelde” que reclama Beijing, porque RPCh no la ha gobernado en ningún momento. Es difícil de encontrar explicación al considerar Taiwán, provincia de otro país surgido décades después.
El hecho de que ni la República de China en Taiwán ni la República Popular China estén subordinadas una de la otra es un hecho reconocido internacionalmente, es también el statu quo a largo plazo en el Estrecho de Taiwán.
Actualmente, el desarrollo democrático de la RDCh en Taiwán ha alcanzado su madurez. El éxito de la Isla es el resultado de la práctica firme de la democracia con buena gobernanza y transparencia como connotación. El pueblo de Taiwán disfruta de un alto nivel de libertad, pluralismo, igualdad y derechos humanos; su sociedad es próspera, estable, y posee una economía en auge haciéndola ocupar el 16° en la potencia mundial económica y el 5° en la reserva de divisas.
Los 23.5 millones de taiwaneses tienen fama de ser honestos, pacíficos, disciplinados y hospitalarios a todos los vistantes y personalidades del mundo, están siempre dispuestos a ayudar a los otros y a materializar más contribuciones a la comunidad internacional.
La larga relación entre Perú y la República de China atesora más de 100 años, como testigo es la fachada del Barrio Chino en Lima inaugurada en 1971. La Embajada de la RDCh en Perú se transformó luego en la Oficina Económica y Cultrual de Taipéi, que sigue dedicándose arduamente en apoyar el desarrollo del pueblo peruano y fortalecer las relaciones pragmáticas peruano-taiwanesa. La dinámica colonia de Taiwán y los connacionales han aportado enérgicamente con sus esfuerzos en la prosperidad de la ciudad donde residen, en las áreas del comercio, la industria, la maquinaria, el transporte, la alimentación, la alta tecnología y la recreación, entre otros, creando decenas de miles de empleos directos e indirectos al pueblo peruano. Asimismo, se comprometen a incrementar mayor inversión taiwanesa para la reactivación económica postpandemia haciendo mayor contribución, junto al pueblo peruano, por un Perú venturoso.