Cultura

Polémica por demolición de la casa de Julio C. Tello en Miraflores

La casa que habitó Julio C. Tello en Miraflores fue demolida hace unos días, pero la destrucción también borra la memoria del hogar de uno de los hijos ilustres que tuvo el Perú. Aquí el informe y el pronunciamiento del Ministerio de Cultura.

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Una nueva polémica se generó debido a la demolición de la casa de Julio César Tello, ubicada en la calle O’Donovan 115 en el distrito de Miraflores.  Tello es considerado el padre de la arqueología peruana. Estudió medicina y cirugía en la Universidad de San Marcos y antropología en la Universidad de Harvard. Además, descubrió las culturas Chavín y Paracas, y creó e impulsó el Museo de Arqueología, Antropología e Historia del Perú. También sostuvo que “las culturas autóctonas del Perú son producto de la experiencia del hombre en estas tierras y no por influencia foránea”.

El inmueble del padre de la arqueología peruana quedaba muy cerca al mar, y hasta hace unos años funcionaba como hotel con el nombre de Inkawasi, donde los turistas podían contemplar el diseño peculiar de los ambientes: ventanas con cruces andinas talladas en madera y adornos de piedra que se inspiraban en las construcciones incas.

La casa de Julio C. Tello fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación el 26 de junio de 1987 por Resolución Ministerial No. 302-87-ED. De acuerdo con la declaratoria de bienes, realizada en Lima el 27 de junio de 1947, el inmueble, denominado por el mismo sabio como “Inkawasi” fue edificado por el arquitecto “Rivero” (se trata de Eduardo Rivero Tremouille) y adquirida por el amauta, por compra-venta el 5 de mayo de 1930. En ella vivió hasta su muerte, ocurrida el 3 de junio de 1947.

Hay que señalar, que, si bien el inmueble fue declarado Patrimonio Cultural en 1987, cinco años después, exactamente en 1992 mediante el Acuerdo N° 01 del 02 de julio, la Comisión Técnica revisora, calificadora, y categorizadora de monumentos históricos, Ambientes Urbano Monumentales y Zonas Monumentales de Lima Metropolitana y el Callao dictaminó que el inmueble donde vivió Julio C. Tello “no tenía méritos arquitectónicos suficientes que sustentaran la condición de monumento”.

Registro fotográfico de lo que fue la casa de Julio C. Tello.

Luego de cuatro años, mediante el Acuerdo N° 17 de setiembre de 1996 se ratificó el Acuerdo N° 01 del 02 de julio de 1992, considerando válidos los argumentos que sustentaban el retiro de la condición.

Ya en el año 1997, mediante Resolución Ministerial N° 163-97 ED del 16 de julio se resuelve dejar sin efecto la Resolución Ministerial N° 302-87-ED, en la parte que se declara monumento al inmueble ubicado en O’Donovan N° 115, Miraflores. Es decir, la casa de Julio C. Tello quedó sin el reconocimiento ni la protección de patrimonio cultural y con esto se permitía la destrucción del hogar del padre de la arqueología peruana.

Si bien en 1997 no existía el Ministerio de Cultura, el Perú tenía al Instituto Nacional de Cultura (INC), institución que se encargaba de la ejecución descentralizada de acciones de protección, conservación y promoción, puesta en valor y difusión del patrimonio y las manifestaciones culturales de la Nación. Lamentablemente para aquellos funcionarios de fines de los noventa, no existían méritos arquitectónicos suficientes que sustentaran la condición de monumento.

Pero hay una pregunta pertinente ¿Por qué la casa de Tello no fue declarada Monumento Histórico? Claramente se ignoró su gran aporte para la arqueología peruana. Aquí, es importante recordar lo que alguna vez señaló el escritor peruano Carlos Calderón Fajardo: “El Perú es un país que devora a sus mejores hijos”.

Julio César Tello. En su honor, todos los el 11 de abril, se celebra en el Perú el Día del Arqueólogo.

La historia de un país también se construye con los aportes y los espacios donde habitaron sus más ilustres hijos. El caso del inmueble de Julio C. Tello se asemeja al del poeta chileno Pablo Neruda, pero con la diferencia que en el país sureño el 8 de junio de 1990, la casona Isla Negra que habitó Neruda fue declarada Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico y en la actualidad funciona como Museo; es decir, un espacio para la conservación, estudio y exposición de objetos del autor de Canto General.

Documento oficial de la casa de Neruda.

¿La Municipalidad de Miraflores hizo algo por evitar la destrucción del inmueble de Tello? La respuesta es NO. Todo indica que, a pesar de promocionar el inmueble como un Patrimonio Cultural de la Nación, la comuna miraflorina jamás movió un dedo para darle el valor que se merece a lo que fue el hogar del padre de la arqueología peruana.

Nos comunicamos con el área de prensa de la Municipalidad de Miraflores, pero hasta el cierre de esta publicación no recibimos respuesta, a pesar que nos dijeron que se comunicarían con nosotros.

Luis Molina, alcalde de Miraflores.

De la misma forma, nos comunicamos vía telefónica con la viceministra de Patrimonio Cultura e Industrias Culturales, Claudia Ruiz Canchapoma, y nos respondió mediante un comunicado publicado en la página oficial del Ministerio de Cultura, donde se menciona:

“Ante algunas publicaciones inexactas en diferentes medios (redes sociales) donde se alerta sobre la demolición de la casa donde vivió el sabio Julio C. Tello ubicada en el distrito de Miraflores, el Ministerio de Cultura informa que dicha vivienda perdió su condición de Monumento Histórico en 1997.

El diseño del inmueble estuvo muy influenciado por el mismo Julio C. Tello, destacándose su intervención en los detalles decorativos de la arquitectura, de claras influencias prehispánicas, con énfasis preincaico. Considerado de estilo neoperuano o neoperuanista. Sin embargo, los informes realizados en 1992 y 1996, recomendaron quitarle este título. Cabe recordar que este inmueble es propiedad privada, y su mantenimiento y conservación es responsabilidad de sus propietarios”.

La triste realidad, es que desde la creación del Ministerio de Cultura han pasado 18 ministros, pero a ninguno de ellos les interesó cambiar el destino de la destrucción del hogar que habitó Julio C. Tello.  De la misma forma, ninguno de los alcaldes que se sentó en el sillón municipal de Miraflores se atrevió a defender el inmueble de su vecino ilustre.

Al final, el hogar de Julio C. Tello que hasta hace unos días estuvo en pie, fue devorado por el boom inmobiliario y por la desidia de las autoridades competentes.

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