Por Edwin A. Vegas Gallo
El pasado 2 de agosto en gran parte del mundo la producción de alimentos colapsó, en lo que se conoce como el DÍA MUNDIAL DEL SOBREGIRO DE LA TIERRA O DEL DÉFICIT ECOLÓGICO.
Este sobregiro o huella ecológica analizado por la RED GLOBAL DE LA HUELLA ECOLÓGICA (GFN, por sus siglas en inglés), significa que la capacidad de producción y consumo de los habitantes del planeta, ha superado la capacidad de regeneración de los sistemas biológicos de la Tierra.
El primer país que consumió sus recursos fue Catar el febrero pasado, que con su ritmo de vida de lujo muy propio de su riqueza petrolera, requeriría 8. 2 planetas Tierra, para satisfacer su nivel de consumo y cómo sabemos sólo tenemos una Tierra.
Por su parte Estados Unidos, Canadá y Emiratos Árabes Unidos, su Día de la Sobrecapacidad 2023, fue el pasado 13 de marzo.
Alemania consumió sus recursos en abril pasado. España los consumió el 12 de mayo. México lo hará el próximo 31 de agosto.
Mientras que Perú, Colombia, Ecuador, Brasil, Bolivia, Cuba Angola y República Democrática del Congo; lo harán entre noviembre y diciembre próximos.
Lo grave de esta crisis ecológica mundial, es que con políticas gubernamentales ineficientes, se está comprometiendo los recursos de las generaciones futuras.
Las generaciones presentes ya lo vivimos con la pandemia Covid, las epidemias, incendios forestales, deforestación de la Amazonía, sequías e inundaciones.
Para estabilizar este déficit ecológico, fue que se gestaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Hoy a siete años de que se cumpla esa fecha, se hace necesario de políticas y legislación adecuada, para medir la efectividad de aquellos, de cara a la eliminación de la pobreza y evitar el consumismo exacerbado.
Asimismo la GFN considera, que para combatir la huella ecológica negativa de los países, es conveniente planear estrategias que frenen el avance de la fecha del sobregiro, estimando que para cumplir con los ODS, aquella fecha, debería retrasarse 19 días cada año hasta 2030.
Advertidos estamos por la Ciencia de la Sostenibilidad, y tal como señala Manuel Castañón del Valle: “ la protección y defensa de las generaciones futuras es un deber moral de la humanidad del presente para con los seres humanos que vivirán en el Planeta Tierra en el futuro”.
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- Presidente del Instituto Internacional de Derecho Ambiental y Ecología Política.