Por Rafael Romero
La provincia de Huacho y en especial la histórica Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión (UNJFSC) despidieron el pasado miércoles 24 de abril a una de sus hijas ilustres y preclaras: la Lic. Pilar Ygnacia Way Cotrina, jefa de Bienestar y de profesión bromatóloga y nutricionista.
Pilar Way se dedicó a su trabajo con ahínco y gran compromiso, se sintió realizada en el servicio público que por más de 35 años prestó a la que fuera su alma mater y luego su centro de trabajo.
No era casada, no tenía hijos, por lo que su mente y su tiempo eran ocupados por su sentido del deber en los cargos que le tocó desempeñar en la UNJFSC y en la labor de ayuda al prójimo, en su acción social frente a los alumnos, a sus familiares y respecto de su entorno familiar y personal, sobre todo por su colaboración para con los niños y los adultos mayores de Huacho.
Aquejada por una penosa enfermedad, Pilar a la edad de 69 años dejó este mundo el lunes 22 de abril a las 4:35 pm y justo cuando el próximo mes de setiembre iba a recibir una serie de reconocimientos -por sus años de servicio, por su calidad humana y profesional puestas en la gestión pública- ocurrió su partida a los brazos del Padre Eterno.
No obstante, en un hecho que es digno de aplauso por parte de la UNJFSC se la despidió con importantes actos protocolares y un homenaje póstumo realizado en el auditorio de la referida casa superior de estudios.
Hicieron uso de la palabra, en medio de emocionados discursos póstumos, el señor vicerrector académico, Dr. Javier Hijar Guzmán: el señor Decano de la Facultad de Bromatología y Nutrición, Dr. Humberto Carreño; el presidente del Sindicato Unitario de Trabajadores (SUTUHUNJFSC); y la Dra. Marisol Verónica Giordano Silva, por parte de la familia, además porque en la práctica eran hermanas al haberse criado juntas y vivido en el mismo hogar.
Desde esta columna nos unimos a este homenaje, elevando nuestras oraciones al cielo para que la Lic. Pilar Way descanse en paz en los brazos y la gloria de nuestro Señor Jesucristo, por ser una persona de buen corazón, de sano consejo, de atención a la salud y al cuidado del organismo de las personas con las cuales interactuó y ese consejo lo hacía desde la ciencia de la nutrición, la bromatología y su experiencia vivencial.
Al mismo tiempo hacemos un sencillo y humilde reconocimiento para una persona que se dedicó al prójimo, a su trabajo y a su institución, logrando hoy ser un ejemplo digno a seguir en el plano de la administración pública, máxime cuando vemos tanta desorganización y corrupción en los estamentos del Estado, por lo que frente a esta descomposición administrativa que existe en el Perú, debemos volver los ojos a la vida y obra de Pilar para que nos sirva de inspiración y sobre todo para que sus paradigmas funcionales sirvan en el cumplimiento de la ética, la transparencia y la integridad.
¡Viva Pilar Way Cotrina!
¡Viva la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión!
¡Viva la Provincia de Huacho!