Lo que viene fácil, fácil también se va. En cualquier momento del día, sea en un programa deportivo de señal abierto o de plataforma sale la mención de una conocida casa de apuestas. Es más, la propia liga doméstica profesional es auspiciada por una de ellas, y si ahondamos más en el asunto se pueden encontrar diversos negocios alejados del rubro de deportes que llevan consigo un logo de esas casas de apuestas.
El problema de todo eso es que se busca normalizar la apuesta, mencionándose escueta y casi silenciosamente que puede causar ludopatía, sin embargo, es tanto el dinero que reciben los programas y las empresas que terminan estirando la mano de aquellas casas dedicadas a las apuestas formales.
Un informe de Playtech titulado “Juego Responsable: datos y tendencias del consumidor en América Latina”, arrojó que el Perú tiene la tasa más alta de jugadores online frecuentes en la región. El 92 % de los encuestados apuesta, al menos, una vez al mes en estas plataformas.
En el país, el fútbol predomina en el mercado con casi el 90% de la participación. En general, el sector mueve alrededor de 2.5 mil millones de dólares.
A su vez, los juegos favoritos de los connacionales son las máquinas tragamonedas y la ruleta, con un 59 % de encuestados manifestando su preferencia. Luego, está el bingo (48 %) y el blackjack (28 %).
Una ruleta sin fin
Según el estudio, un 46 % de los entrevistados dijo que tuvieron intentos fallidos de dejar de participar en juegos de apuestas. En ese sentido, uno de cada tres (33 %) manifestó saber exactamente a dónde acudir en caso sientan un daño, mientras que un número ligeramente menor (31 %) sostuvo tener una idea al respecto.
En contraste, uno de cada cinco (22 %) no tiene ninguna idea de dónde buscar ayuda. Los jugadores mayores de 55 años son los menos informados, ya que solo el 10 % sabe a qué lugares acudir. Este es el porcentaje más bajo entre los grupos de edad.