Actualidad

PERÚ PAÍS ESCLAVISTA

Published

on

Este incendio en “Las Malvinas” nos devela una vez más que el sistema de producción en el Perú es el esclavismo y es lo que nos ha impuesto el neoliberalismo galopante de Alberto Fujimori y su aberrante constitución política que legaliza el envilecimiento de los empresarios y la salvaje explotación de la masa trabajadora.

Aquí están los mineros sometidos de Cerro de Pasco, esos que a las cinco de la mañana tienen que entrar calatos y salir igual de las minas para dizque no se roben el oro, la plata o cualquier mineral. Aquí están los “niños picapedreros” de Carabayllo o los “ladrilleritos” de Huachipa o los buscadores de oro de Madre de Dios que trabajan encadenados o apuntados con un fusil en la cabeza para que no escapen.

Aquí están también estos muchachos que trabajaban en unos conteiners miserables, encerrados con candados, en el último incendio en las galerías “Nicolini”, y que murieron sin que nadie pudiera hacer nada, porque eran obreros al destajo y no hijos de millonarios o hijos de congresistas. Y nada nos costaba movilizar a un helicóptero. Nada nos costaba, pero en un sistema esclavista, los esclavos no valen nada o valen menos de lo que pudieran producir con sus manos.

De nada sirve creernos el cuento de la “marca país” o de que “El Perú avanza”, si en la práctica es imposible sobrevivir con 850 soles (como cacarea alegremente el ministro de trabajo), eso sin contar con la viveza de los empleadores que, a sabiendas de la desesperación y la poca oferta de trabajo, te pagan lo que quieren y casi siempre sin contratos o lo que es más común: te pagan al destajo como en las maquiladoras de Centroamérica, la India o China. Total, las leyes en este país son letra muerta y no protegen a los trabajadores, más bien alientan el sometimiento infrahumano, la bestialización y la canibalización del hombre por el hombre, homo hominis lupus, decía Hobbes parafraseando a Plauto.

En el modo de producción esclavista, el capital es escaso o no tiene ningún interés en el “desarrollo”, no hay incentivo para la producción por más que haya ganancias, propiedades, etc., y el trabajador-esclavo carece de derechos aunque le hagan alguna pantomima o algunas “leyes” parezcan beneficiarlo. Eso mismo es lo que vemos aquí, lo único que cambian son los capitales golondrinos. Solo recordemos que solo un 10% de la PEA activa de este país contribuye al estado y el resto simplemente no tiene un empleo fijo y tiene que subemplearse (léase esclavizarse) en cualquier cosa para poder sobrevivir soportando  jornadas laborales que exceden cualquier fortaleza física.

Finalmente, y contra viento y marea, estamos a la altura de Grecia y de Roma en sus épocas esclavistas hace más de 2500 años. Ahora nos pueden decir que somos helénicos o romanos, y nos pueden decir que nos equiparamos a la cuna de las civilizaciones en el mundo. Por fin somos demócraticos y nos regodeamos en los logros de nuestra cultura, los derechos humanos, y la derrota del hambre y la miseria.

Y para los que piensen que todo esto es una exageración o una fábula, deberían revisar la llamada de atención de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al Perú por este último caso del incendio en las galerías  “Nicolini” y la muerte de nuestros compatriotas esclavos.

Comentarios
Click to comment

Trending

Exit mobile version