Peruano este país es fuerte y se va a levantar de su tragedia, pero tienes que saber que hay médicos y socorristas que ya entregaron la vida para salvar a otro. (Como los médicos Melissa Mendoza Huaringa y Luis Montalvo quienes murieron en pleno trabajo).
Ellos son los héroes anónimos que no tendrán estatuas ni una calle con su nombre. Si hubiera un mínimo de cuidado y real capacidad de enfrentar un desastre no hubiera muerto nadie, ni siquiera los que fueron barridos por los huaycos y las lluvias.
Si las carreteras están mal y el deslizamiento de tierras no se puede prever ni controlar, no es posible que a los médicos y socorristas se les mande por tierra, lo correcto sería mandarlos por helicóptero, crear puentes aéreos para así brindar la ayuda necesaria.
Dicen que tenemos el dinero para enfrentar solos esta emergencia, sin embargo el mismo gobierno pide que la gente done todo lo que pueda. Dicen que todo está bajo control, sin embargo las pestes empezaron a brotar por todos lados. Solo en Piura, en estos momentos, hay más de mil casos de dengue.
Eso aparte de las decenas de casos de Leptopirosis, producto de la orina de las rata; zica, conjuntivitis y males intestinales y diarreicos que podrían curarse fácilmente, pero lo difícil de la situación y el colapso de nuestro sistema hospitalario (aceptado por el mismo Colegio Médico del Perú) convierten a todo esto en una bomba de tiempo.
No nos olvidemos que las lluvias continúan imparables y los huaycos no cesan de barrer ciudades enteras. Por cierto, hay más de un 20% de carreteras inservibles. El agua escasea en la capital y en cientos de distritos. Y la falta de alimentos se está empezando a sentir vía el alza de sus precios.
Hay más de un millón de personas afectadas directa o indirectamente. Y el presidente sigue mirando a un costado y no es capaz de decretar el Estado de Emergencia porque dizque los gobiernos regionales y los alcaldes se van a robar el dinero.
Lo inútil y lo evidente de esta medida es que supone que vivimos en un país de ladrones, malhechores y gente de mal vivir y que, por eso, no se puede decretar esta medida que tomaría la toro por las astas y convertiría a la reconstrucción nacional como prioridad número uno, movilizando a todas las fuerzas civiles y militares. Y también, cómo no, la comunidad internacional se haría presente con más notoriedad.
No nos olvidemos que Venezuela envió una donación importante en avión y en barco que tardó cerca de una semana en ser aceptada porque dizque se necesitó de un “consejo de ministros” para “aprobarla” (¿?) cuando cientos de familias se han quedado sin casa y el país se cae a pedazos.
A estas alturas, es claro que PPK no sabe cómo enfrentar esta emergencia nacional y el país, aunque no lo queramos aceptar, podría estar a la deriva.