Como dirían en la calle “pisó el palito”. Todo periodista con experiencia sabe que ante cualquier tipo de agresión ya sea física o verbal, su compostura no debe de alterarse y evitar incrementar cualquier tipo de tensión. Agresiones e insultos siempre van a haber de cualquier bando y es casi una ley pétrea que el periodista no debe de responder, mucho menos agredir físicamente, a sus agresores.
Los sucesos son estos: El periodista de Latina, Steve Romero venía realizando una nota en el Centro de Lima rodeados de manifestante de ambos grupos políticos. Lo cierto es que los insultos venían particularmente desde los simpatizantes de Perú Libre, quienes no paraban de insultar a los periodistas, incluso lanzándoles monedas como se puede apreciar en las imágenes; acto plenamente reprochable y poco civilizado. Sin embargo, la reacción del periodista fue plenamente desproporcionada abalanzándose sobre el manifestante propinándole un furibundo golpe en el rostro.
La versión desde Latina es que los manifestantes iniciaron la pelea, calificando la nota como brutal agresión contra periodista, pero siendo objetivos, es el propio Romero quien pierde la paciencia e inicia la agresión física.
Los periodistas que realizan coberturas en calle deben de estar preparados para cualquier tipo de hostigamiento, sabiendo que es parte de, y al parecer al joven y novato periodista de Latina le faltó repasar el manual para no perder los papeles en vivo.
Sus mismos colegas de RPP reconocen el mal actuar del inexperto periodista, quien seguramente ya recibió un café bien amargo por parte de sus superiores.
“Lo que está mal, y hay que ser honestos y decir la verdad, es la reacción del periodista Steve Romero que en ningún momento debió convertir esto en algo personal e irse contra la persona que le estaba tirando las monedas” comenta la periodista Mabel Huertas.
Los ánimos anoche se encontraban bien caldeados y al parecer Steve Romero, por falta de su impericia, fue contagiado de esa rabia incontrolada.