Salieron con todo. Rodrigo Gonzáles “Peluchín” y Gigi Mitre, conductores del programa farandulero “Amor y Fuego” revolcaron a Keiko Fujimori con incisivas preguntas sobre su prontuario político. Lo que parecía una entrevista light se transformó en una acalorada inquisición hacia la candidata naranja. En las redes sociales compararon este perspicaz cuestionamiento con la entrevista “echada” que le hizo, una semana atrás, la “suavecita” Mávila a la candidata de Fuerza Popular.
La tarde del último viernes el programa “Amor y Fuego” se convirtió en un ring de box, donde la candidata Keiko Fujimori ofició como desprevenido sparring: se llevó todos los golpes. Rodrigo Gonzáles “Peluchin” y Gigi Mitre, conductores de este programa farandulero, arrinconaron a la candidata naranja como pocas veces se ha visto en la televisión local.
Luego de un video soso que recorría la vida y milagros de la candidata naranja, “Peluchin” sacó la artillería pesada emplazando a la “china” por el rol obstruccionista del fujimorismo en el anterior parlamento. Ese fue sólo el comienzo. Su obsesión por el poder, el rol que cumplió ante los maltratos a su madre, su responsabilidad en el antivoto fujimorista, su nula experiencia laboral, sus credenciales académicas, el financiamiento económico de su partido, la relación con su hermano y con su padre; todo lo que la gente siempre le ha querido preguntar fue expulgado minuciosamente por “Peluchin” y Gigi: no dejaron títere con cabeza. Cuando la “china” abrió los ojos ya estaba en la lona y solamente le quedó bailar canciones de Tik – Tok, impostando su mejor cara.
En las redes sociales se ha comparado este incisivo cuestionamiento con las “echadas” entrevistas que se le suelen hacer a la candidata de Fuerza Popular. Es sabido que la candidata naranja es tratada con guantes de seda en los distintos programas periodísticos a los que suele asistir. La prensa oficiosa se ha impuesto una narrativa en la cual Fuerza Popular es un partido demócrata y Keiko Fujimori una lideresa nata que aporta a nuestra democracia. Ejemplo de esta sesgada postura es la entrevista de la “suavecita” Mávila Huertas que, el último domingo, ofició como plañidera ante las cuitas judiciales de Keiko Fujimori.
Habrá que ver si esta postura de los conductores de “Amor y Fuego” se mantiene. Por ahora parece que solamente los bufones y los faranduleros tienen derecho a cantarle sus verdades a “la señora K” pues la otra prensa, la autoproclamada prensa seria, sigue bajando la testa ante los intereses comerciales. “Aquí no estás con Mávila” fue el dardo final que le espetó el excéntrico “Peluchín” a Keiko Fujimori: una frase que resume las prácticas de la prensa amañada y sus relaciones serviles con el poder.