Pedro Prado Aguilar “Galletita” vuelve a sonreír

Para todos los parroquianos y amigos del centro de Lima y la plaza San Martín, la imagen de “Galletita”, Jorge Prado Aguilar, es conocida, siempre lleva unas cajas sobre sus espaldas, ahí van sus productos “golosinarios”; y cuando se trata de manifestaciones, huelgas o marchas, “Galletita” se encrespa, se convierte en el increíble Hulk a pesar de su edad moderada y se compra el pleito, coge uno de sus cartones y los pintarrajea con frases alusivas.

Esta vez no sería diferente, cuando nos enteramos que Dina Boluarte estaba matando gente en el sur, “Galletita” se puso un cartel en el pecho y, con sus cajas en la espalda, salió a marchar. Ahí estuvo con nosotros, hombro a hombro, codo a codo. Nada lo amilanaba: “¡Abajo, Dina Boluarte!, ¡abajo!”. “¡Abajo la dictadura!, ¡abajo!”.

Pero esta vez, por alguna razón de poderes ocultos, las cosas cambiarían. El nivel de agresividad que la policía había empleado con nuestros hermanos de Puno, Ayacucho, Cusco e Ica, se trasladaría a Lima. En un momento de la marcha pacífica, la policía arremetió contra unas mujeres provincianas y las empezó a golpear salvajemente. “Galletita” no podía permitir ese atropelló y se lanzó a defenderlas. Les increpó a los policías y estos le respondieron: “Con que tú eres su padrino, hijo de pxxx” y lo golpearon con varazos en la cabeza y en la cara y cuando cayó al suelo, casi desmayado, lo rellenaron de patadas, su espalda quedó como si una docena de caballos hubieran pasado por encima y sus cajas con sus galletas, caramelos y chocolates quedaron regados por la pista. Y no contentos con esto lo sindicaron como “terrorista” y lo encerraron junto a 150 provincianos en las mazmorras de “Cotabambas”, una comisaría que queda literalmente a espaldas de Palacio de Justicia.

El portal Wayka le hizo una nota que fue viral (https://web.facebook.com/NoticurioOficial/videos/708916424037385), ahí “Galletita” mostró sus heridas de guerra. En su enorme humildad “Galletita” reclama justicia para sus hermanos y no le interesa que casi acabaran con él como fue el caso de Víctor Santisteban Yacsavilca, el primer limeño muerto por el disparo de una bomba lacrimógena en la cabeza.

Ayer, en la noche, luego de visitar a los detenidos en la comisaría de “Alfonso Ugarte”, en el paradero del colegio Guadalupe, nos encontramos con “Galletita”, nos abrazamos fuerte y de sus ojos llenos de esperanza brotaron lágrimas y una enorme sonrisa sin muelas, uno de los detalles de los que van delante de las huelgas y manifestaciones. Lo sé perfectamente: https://web.facebook.com/photo/?fbid=10230117609540216&set=a.1268618791550

Cuando lo vean en las marchas, compren sus galletas, sus chocolates y sus caramelos. Eso ayudará para que “Galletita” puede seguir adelante y también para que su voz y sus gritos de protesta nunca se apaguen.