Opinión

Pedro Castillo y la “izquierda macha” que puede vencer a López Aliaga

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Les presento a Pedro Castillo, a quien conocí con la ropa mojada y el rostro magullado en la plaza san Martín en 2017. Era la huelga nacional del Sutep y este profesor de primaria, de las alturas de Cajamarca, había llegado en marcha de sacrificio a Lima y lo habían recibido como reciben a todos los provincianos aquí: a punta de patadas, de golpes, chorros de agua y bombas lacrimógenas.

Pero Pedro Castillo es un “cholo de acero inoxidable” (T. Loza dixit) y no es caviar —de esos que se disfrazan de paisana o de paisano para la foto de la revista— y sabe lo que es enseñar a niños sin zapato que no tienen que comer en colegios que ni siquiera tienen muros ni techo y sentados sobre el suelo. Él mismo ha caminado sin zapatos para ir a su escuela. Así que esos malos modales del gobierno eran solo caricias para él.  

Porque Castillo ha sido rondero, de los recios, que dan y reciben chicotazos y sabe bien cómo tratar a los corruptos o a los que se portan mal en la comunidad. Pero lamentablemente es de la izquierda que no tiene plata, la que no aparece en televisión con las mejillas empolvadas, la izquierda que tiene que vender sus cuyes o sus llamas para comprarse banderolas o pancartas y alquilar una mototaxi para voz en cuello decir: “Somos Perú Libre, un partido que viene del pueblo para solucionar los problemas del pueblo”. A este profesor lo vi dormir bajo la estatua de san Martín y su caballo arrogante, sobre cartones y papel periódico y compartir los pocos panes, así sin nada, que la gente le alcanzaba. Y no se rindió cuando una parte de su dirigencia se vendió al corrupto de PPK y a su déspota ministra de educación que no quiso recibirlo en su despacho, junto a cientos o miles de profesores apaleados y humillados que habían bajado de los cerros y que no se moverían de ahí sin hablar con estas indolentes autoridades.

Ahora que ya Pedro Castillo aparece en las encuestas y pasa a Salaverry, Guzmán, Humala y Acuña, la otra «izquierda» que no está nunca en las luchas populares, quieren ningunearlo, lo “terruquean”, les dicen (los  correligionarios jotapes) que se retiren, que dejen la cancha libre, que no pasa nada con ellos. En suma, que dejen de joder. Igual que todos esos limeños acomodados y caviarones que nunca han pasado hambre ni frío y que no saben nada del Perú profundo, ahí donde no llega el estado ni la empresa privada ni mucho menos las oenegés porque los consideran «anclas» (pueblos muertos) y no «palancas» (pueblos en desarrollo).

Pero Pedro Castillo sabe perfectamente que esta situación solo puede cambiar desde la educación y así ha reunido a cientos de profesores y se puede decir que más de la mitad de su partido son docentes de escuela. Lo cual lo convierte en un partido único e inédito que, entre sus propuestas, plantean el cambio de constitución. “A partir de la nueva Constitución declararemos en emergencia la salud, educación y agricultura. No más pobres en un país rico” dicen. También plantean una emergencia en educación para llevar adelante una revolución educativa en los niveles de inicial, primaria y secundaria, e impulsar el ingreso libre a las universidades. En cuanto a salud, afirman que instalarán un hospital materno infantil en cada región y convocarán a los profesionales médicos para garantizar la salud del pueblo. Sobre la agricultura, mencionan que convocarán a expertos en el sector. “No podemos permitir que el pueblo siga en hambre y miseria”.

No, no se preocupen, esto no es parte de la franja electoral ni nadie quiere manipular tu voto. Solo queríamos que te enteres que hay un maestro, pobre, de escuela, que está postulando a la presidencia. Y que ya tiene cerca de un 5% de posibles votantes y que es, creemos, el único partido de la “izquierda macha” (Antauro dixit), la izquierda sufrida que no aparece en señal abierta y que no tiene trolls a sueldo para participar en los debates de Facebook, la única izquierda, quizás, que puede vencer al representante de la ultraderecha montana y el opus dei, el endriago Rafael López Aliaga.

Piensa peruano.

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