El expresidente de la República Pedro Castillo Terrones pretende evadir su responsabilidad respecto a su conducta del miércoles 7 diciembre de 2022, cuando anunció la disolución del Congreso y el cierre de las institucionales judiciales para luego recomponerlas y acaba de afirmar que nunca tuvo la intención de fugarse del Perú y que solo quiso ponerse a buen recaudo en la embajada de México. Y también señaló que no tuvo la intención de dar un golpe de Estado.
Asimismo, indicó que las acusaciones en su contra no están contempladas en el Código Penal ni en la Constitución peruana. Según sus declaraciones, nunca empuñó un arma y solo cogió un simple documento.
Durante la audiencia de apelación por el delito de rebelión, subrayó su arraigo laboral y domiciliario, respaldado por una constancia laboral emitida por el director de una anexión educativa, aunque actualmente no puede ejercer por decisiones judiciales. También destacó su permanencia en su comunidad de origen. Y con respecto a la decisión de enviar a su familia a la embajada de México fue, según él, para salvaguardarlos ante una supuesta situación de peligro y no con la intención de fugarse.