Hace unas semanas se estrenó en el Festival de Cine de Lima el documental Eielson Des-Nudo dirigido por Patricia Pereyra. El momento no ha podido ser mejor para celebrar los noventa años del natalicio de nuestro artista-poeta.
Patricia confiesa que el hecho de haber estado con Eielson en su casa de Cerdeña, la hizo vivir una de las más placenteras experiencias que haya experimentado. Conversamos con la actriz, realizadora, directora de teatro, gestora cultural, y hoy restauradora y conservadora de bienes arqueológicos; todo un bagaje interesante para una artista que desde su perfil bajo, busca mejorar con sus propuestas la educación y cultura del país.
Paty, aquí en Perú siempre habrá gente que al mirarte diga: allá va Fiorella Menchelli de Carmín. ¿Te disgusta eso?
No. Me encanta, y me parece divertido, sobre todo, porque hace mucho tiempo que no estuve por acá, y eso me llama mucho la atención.
Luego de ese triunfo televisivo ¿Por qué te fuiste del Perú?
Porque me surgió un contrato por un año de parte de Televisa, y luego encontré nuevas cosas, me ofrecieron más proyectos, y así me fui quedando, y de pronto había pasado el tiempo.
Entonces ¿no fue porque huyeras de algo?
Yo cuando me fui, era muy “pequeña”, y con toda la ilusión de empezar un proyecto que me ofrecían. Y no me fui huyendo de nada. Porque para una persona joven el hecho de irse fuera, y tener un trabajo, es siempre muy atractivo.
Allá trabajaste con estrellas mexicanas como Angélica Aragón, y Salma Hayec, mientras que en Lima se decía que quizá podías ser la nueva Saby Kamalich que finamente se afincara de todo en México, sin embargo, luego saliste de ese país.
Yo me quedé en México como ocho años, y trabajé con gente bien interesante, incluso, en plena etapa del boom del cine mexicano.
¿Hablas de Alfonso Cuarón y Luis Estrada?
Claro. Pero hablo también de Ofelia Medina, Pedro Armendáriz Jr.,y Carmen Salinas; y así hicimos esta película Camino largo a Tijuana que fue el boom del nuevo cine mexicano. También hice teatro, mientras estudiaba Historia del Arte. México para mí siempre será un lugar especial, pero mi familia siempre ha estado en Perú, por eso siempre venía a aquí.
¿Cómo surgió el proyecto de Eielson Des-Nudo?
Yo tenía un proyecto, desde hace mucho tiempo. Y el hecho de irme me hizo sentir, como que no tenía mucho vínculo con lo esencial del Perú, entonces cuando viví en París me acerqué a Javier Pérez de Cuellar, un poco para entender como él siendo peruano también estuvo mucho tiempo fuera, y entonces poder observar la parte humana, y si había sido difícil. Fue así, que me fui acercando a una generación como la del cincuenta, y entre ese grupo de esa generación habían algunas personas que yo admiraba, y entre ellos estaba Jorge Eduardo Eielson, una persona poco accesible, de pronto me dieron su número, lo llamé, y entre nuestras conversaciones telefónicas le dije que quería ir a verlo, y me decía que por el momento no; y al final aceptó que lo fuera a ver, y me mandó por el camino más largo, a través de ese Ferry.
En el filme se observa una química fluida entre ustedes.
Eso fue de los dos lados. Desde el principio nos caímos bien, y él claramente aceptó aparecer en este registro si es que yo estaba con él, porque no quería hablarle solamente a la cámara, y tampoco quería que saliera como si estuviera caminando como un actor.
Como espectador, me da la impresión de que él estaba recibiendo a la amiga-ser humano; y no a la persona culta-académica que solo quería entrevistarle.
Sí. Me recibió porque supongo que era como la representante de los jóvenes de Perú, y se comunicó conmigo, porque quiso comunicarse con todo un país. Y yo era como un pretexto, pues, tampoco casi no hay entrevistas suyas, porque él no las quería. Y por eso yo me siento muy afortunada, algo así como un regalo que nos dio a todos.
¿Entonces, enfatizas tu admiración hacia Eielson como persona, o cómo poeta-artista-visual?
En todo. Aunque como persona, también me pareció admirable que en ese momento, que él se sentía mal, y algo enfermo, no me haya dicho absolutamente nada al respecto, aunque por ratos se le veía algo fastidiado.
Fue así que al poco tiempo murió.
Sí. Tres meses después de nuestra última comunicación telefónica. La última vez que nos vimos fue en septiembre, y luego le llamé en diciembre del 2005, y se murió en marzo del 2006.
Y hasta ese momento, ¿ni te imaginaste editar algo del material obtenido?
Cuando murió, a mí me pareció muy triste, y me sentí muy mal de que se haya muerto, y sabía que tenía que esperar, y en ese momento también yo estaba formando una familia, y regresaba a Perú. Por eso no me pareció muy bien empezar a editar algo en esas circunstancias.
Se nota que te marcó esa experiencia, y el hecho de estar fuera del país.
Me di cuenta de que todo eso era más profundo. Que todo lo que yo estaba buscando eran vínculos, algo así como un regreso, y ese regreso ha sido bien lento. Yo he vivido demasiado tiempo fuera del Perú. Yo llegué al país cuando tenía nueve años, luego me fui cuando tenía dieciséis, y luego de mucho tiempo regresé. Para mí ha sido muy importante que a través de estas personas haya encontrado qué extrañaban exactamente del Perú.
Y te identificaste con ellos
Todos nos identificamos de alguna manera. Lo interesante de estos registros es que son universales, y que estas personas con sus experiencias te pueden dar luces para ir por algún lugar. Porque siempre en el viejo Perú ha habido el culto a los ancestros, y eso se ha ido perdiendo, a pesar que tenemos mucho que aprender de ellos.
Al final, de la película, en los créditos, en la sección de los agradecimientos, está uno especialmente a Aurelia, tu pequeña hija.
Ella me ha ayudado a hacer las trascripciones. Agarraba los audífonos, y yo le preguntaba ¿qué dijo? Y ella me respondía —Tal cosa—
¿Por qué Eielson Des-Nudo no compitió en la sección documental del reciente Festival de Cine de Lima?
Porque yo pedí que no compitiera.
Entonces fue decisión tuya, ¿Cuál fue la razón de esa decisión?
La verdad, porque me parece que tiene más un valor de registro, y además estamos en los noventa años del nacimiento de Eielson, y si yo hubiera ingresado a la competencia, hubiera sido: Patricia Pereyra con una película que se llama Eielson, y eso era algo que al final iba a repercutir sobre mí; entonces, yo hubiera sido la importante. Y yo he querido ser respetuosa con eso.
Y la gente ha respondido en las funciones de la Católica.
La gente ha sido muy generosa, y el Centro Cultural de la Católica también, por el hecho de volverlo a programar. Yo he tenido la suerte de registrar dicho material, pero ese material nos pertenece a todos, y claro está que no es un registro académico, y lo digo, porque de pronto puede haber gente que también se decepcione si quería ver un documental académico, y no lo hay, porque la idea no era esa, porque yo no soy una estudiosa de su obra, como si lo es Martha Canfield y que también tuvo la suerte de ir allá, e interactuar con él.
Tengo que reconocer que en la narración no tomaste partido por una cosa, o por la otra.
Yo solo traté de darle algunas miradas, la científica, la artística, y la literaria, pero, la idea para que se viera este documental, era que cualquier persona luego de hacerlo, pueda salir y se compre un libro sobre él, y se quede con las ganas de seguir investigando. Porque ahí yo solo quise escuchar lo que él me quería decir.
Justamente se está dando un Congreso sobre él en Lima, ¿Estarás?
Sí claro, es algo multidisciplinario, en el cual se ve su obra plástica, literaria, y teatral también, pues, acabo de leer la obra Maquillaje, y es increíble ver esa obra y las coincidencias que tiene con su vida, porque la escribió cuando tenía veinte años, y la censuraron antes de que él se fuera. Es una obra bien dolorosa, y habla de la homosexualidad.
Por cierto, fue un tema muy difícil en esa época.
Sobre todo, porque cuando él llegó a Europa, aún estaba toda la corriente surrealista dirigida por el poeta Bretón, y ese movimiento particularmente era homofóbico. Felizmente, hoy es otra época.
¿Y sobre Huántar, y Pérez de Cuellar El imperturbable, qué recuerdos?
Huántar, realmente es un video, y el de Pérez de Cuellar lo hice en el 2006, y no lo difundí. Era un poco el recorrido de él desde niño, y de la gente con la que habló, hasta que asumió su jefatura en la ONU, y su paso por la vida, y por la política en Perú; y en Huántar, me invitaron a dar un curso-taller, y los profesores de la zona me preguntaron luego, cómo podrían continuar el taller, entonces, a modo de que pudieran continuar con su trabajo, fue que yo hice ese video, y lo edité para enviarlo allá, y me cuentan que siempre lo pasan en el mes de diciembre antes de concluir las clases.
¿Por qué no se te ve mucho actuando en las producciones locales?
Porque mis prioridades son más personales. Además quiero estar mucho tiempo con Aurelia. Aparte, me gusta mi espacio, y estar mucho tiempo sola, y en silencio.
Sobre el contexto cultural que se está viviendo en Lima, se dice que es un boom. ¿Crees que hay una efervescencia?
Yo sí creo que ha cambiado muchísimo. Hoy existen muchas alternativas, y puedes salir en la noche y encuentras un montón de cosas, como exposiciones, funciones de teatro, etc.
¿Acaso el Estado tiene que ver en eso?
Todos tenemos que ver en eso. Y con las movidas culturales, hay una necesidad de que las cosas avancen, ha sido un país que ha estado reprimido mucho tiempo, y hoy existe una generación que quiere decir cosas, porque ha habido otros que antes no han podido decirlas. Aparte, también hay un auge económico que se está viviendo en el país.
Algo curioso. Hace un tiempo egresaste del Instituto Yachay Wasi con la carrera de Restauración y Conservación de Bienes Arqueológicos. ¿Qué te atrajo en esta carrera?
La verdad, es una carrera muy bonita, es una carrera que abarca muchos temas como la historia, biología, y química. Esta carrera debería promoverse más en el Perú con la cantidad de patrimonio que tenemos; me parece que hace poco la han abierto en San Marcos.
¿Crees que el peruano de a pie valoraría mejor nuestro patrimonio cultural, y los legados ancestrales si se enfrascara en estos temas?
El peruano sí aprecia mucho su patrimonio, y sí tiene un orgullo nacional por su patrimonio arqueológico.
Pero siempre hay vulneraciones.
Yo creo que antes era más, pero ahora sí hay una conciencia en ese sentido…me parece, o quiero pensar que es así.
Para terminar. ¿Hay proyectos?
Siempre hay proyectos. Por lo pronto, este miércoles 03 de septiembre a las seis de la tarde estaré en la Casa de la Literatura Peruana acompañada de otros actores,y leeré la obra Maquillaje, dirigida por Ruth Escudero, en el marco del Congreso de las Artes Homenaje a Jorge Eduardo Eielson.