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Pascual Mimbela, el pintor acuático

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Captura de video de Denisse Sotomayor.

Cuando era niño, Pascual Mimbela Chero tuvo un sueño, pintar con oleos bajo el mar. Su padre, un hábil artista escultor, y ducho pescador artesanal, que se hizo famoso al cazar un gigantesco mero de 328 kilos, fue su mayor inspiración para lograr esa pasión por el mar, y todo lo que tenga que ver con la naturaleza marina y terrestre. A los 46 años, Pascual siente que aún le queda mucho por recorrer, pese a que ostenta, 30años de experiencia como artista.

Su objetivo no es otro que plasmar las diversas especies marinas y los accidentados arrecifes, para que así, a través de sus obras las personas alcancen la debida sensibilidad para amar el océano, y conservarlo responsablemente.

Un 8 de octubre de 2013, y luego de un riguroso entrenamiento, se puso un wetsuit y su equipo de buceo autónomo, y con la ayuda de un equipo de experimentados buzos, y cinco cámaras submarinas para poder registrar el proceso creativo en las profundas aguas de Pucusana, Pascual se convirtió en el primer pintor acuático peruano.

 

Has estado ligado el mar desde pequeño. Cuéntanos tu historia.

Mi padre siempre me trasmitió el amor al mar, porque él ha sido buzo y cazador submarino. Yo nací muy cerca a la playa en un pueblo que se llama Los Órganos, y toda mi niñez la pasé en la orilla del mar correteando tras los cangrejos. De ahí viene mi amor al mar.

¿Tú también hiciste caza submarina?

Lo anecdótico es que mi padre nunca quiso que yo sea buzo, tampoco nos enseñaba a nadar, y no quería que sus hijos vayan a la playa, pues, pensaba que luego nos podríamos dedicar a lo que hacía él. Pero yo solo quería que él me enseñara lo que había al fondo del mar, para luego poderlo plasmar.

¿Cuál fue tu primera experiencia submarina?

Mi padre siempre me conversó que ahí en el fondo marino existía una gran belleza. Entonces, yo me escapaba con mis tíos, y uno de ellos me enseñó la zona donde había corales, pulpos, y meros, y un día me escapé con él, y me gané una buena reprimenda.

¿Qué edad tenías?

A los 12 años.

¿Y luego, seguiste en eso?

La verdad, no me dediqué a eso. Yo solo iba con mi mascara y mis aletas al fondo del mar a mirar las diferentes especies marinas.

¿En qué momento surgió tu relación con el arte?

A mí siempre me gustó el arte y la pintura. Desde niño tuve muy claro lo que iba a ser, porque mi padre también ha sido artista, pintor y escultor, y me contaba sus anécdotas, y cómo empezó a pintar, y que en algún momento de su juventud también vivió del arte. Yo creo que me trasmitió eso, él me comentó que también pintaba sobre vidrio, y que sus trabajos los vendía a sus amigos.

Pascual Mimbela. Foto: Noelia Núñez.

¿Tu primer trabajo artístico en qué consistió?

En el colegio dejé un mural. Yo ya vendía cuadros, y los profesores me los compraban, y me recomendaban, y en algún momento, por recomendación de ellos tenía que viajar a Talara para vender a algunos clientes. Al terminar la secundaria, ya había empezado a vender mis primeros cuadros.

¿Y ya hacías paisajes?

Sí. Normalmente empecé con paisajes marinos, botes, playas, y olas.

¿Y en qué momento se te ocurre incursionar en la pintura submarina?

En realidad fue un sueño. A los trece años, yo ya quería plasmar algo que sea vinculado directamente con la naturaleza, así como cuando uno va a un paraje con su caballete, y observa un campo con árboles con una buena perspectiva; entonces, imaginé que en el fondo del mar también podría hacer eso. Ahí nació mi idea, y no paré hasta conseguirlo.

¿Y sobre el proyecto de pintura submarina?

Fue hace dos años que me encontré con mi amigo Walter Sotomayor, buzo profesional, y uno de mis preciados clientes, y ahí le comenté mi idea. Le fascinó el tema, y me dijo: –a mi hija Denisse que es periodista le puede interesar–. Luego, Walter me la presentó, y ella creó en mi sueño, y me dijo: –Lo hacemos–. Y allí empezó todo.

Pero, evidentemente no podías lanzarte al ruedo a experimentar pintar bajo el mar sin contar con la experiencia. ¿Hiciste un experimento antes?

Sí. Mi padre tenía una pecera muy grande con especies marinas. Él me la dejó antes de que falleciera en un accidente. De hecho, mis primeras prácticas las hice allí, y probé el lienzo preparado para ver si el óleo se podía adherir sumergido en el agua, y tuve que pasar varios días de prueba para lograrlo. Luego, me preparé en una escuela de buceo para poder lograr mi sueño de poder pintar bajo el agua.

¿Cómo perfeccionaste esta técnica?

Lo logré en una semana. Todos los días hacia experimentos, hasta que por fin salió. El secreto está en una base especial que le echo al lienzo, para que luego el óleo se pueda adherir a la tela.

Para hacer tus trabajos tenías que sumergirte con un equipo de buzos y camarógrafos. ¿Qué tiempo te tarda realizar una pintura viva bajo el mar?

Normalmente la botella de aire comprimido que utilizamos dura 45 minutos. Yo requiero de 40 minutos para poder pintar un lienzo, y los 5 minutos restantes, los utilizo para poder salir hacia la superficie.

Captura de video de Denisse Sotomayor.

¿Y mientras pintas bajo el agua, solo registras lo que observas?

Exacto. Lo que hago es en tiempo real. Yo me sumerjo, y veo zonas de corales, donde hay vida marina, y trato de observar algo que me llame la atención, y ahí empiezo a pintar.

¿Y para crear un segundo cuadro cómo es la jornada, puedes pintar dos en un solo día?

Sí. A veces he hecho dos inmersiones, y he podido terminar dos cuadros en un solo día, aunque ha sido pocas veces. Normalmente hago una inmersión, y un cuadropor día.

Tus formatosson pequeños y medianos ¿Por qué no un gran formato?

Sí. Para el futuro pienso hacer más grandes. Primero tendré que buscar la locación adecuada, y luego observar que el mar esté en óptimas condiciones para poder lograr hacer un buen trabajo.

El proyecto de pintura submarina es costoso. ¿Cómo conseguiste el apoyo?

Denisse Sotomayor, la chica que trabajó conmigo en el proyecto, tuvo que buscar auspicio de empresas privadas, y felizmente creyeron en este sueño, y nos apoyaron sin saber si iba a funcionar o no; pero luego vieron los logros y resultados, y están más que satisfechos.

Háblanos de tu primera exposición.

La primera exposición la hice en Los Órganos, el distrito en que nací. Fue en el hotel Los Órganos Beach, y hasta ese momento ya había hecho 16 cuadros, y estuvieron todos los canales de televisión nacionales. Fue la primera vez que se hizo en el Perú, y tuvo bastante acogida.

¿Y cómo llegó tu exposición aquí en Lima?

Posteriormente, expuse la segunda muestra en la casa Grau de Piura, y ya teníamos programado traerla a Lima, entonces, Denisse se contactó con la congresista Marisol Pérez Tello, que le gustó la idea, y como amante del mar decidió abrirnos las puertas del congreso. Ya estamos exponiendo ahí desde el ocho de octubre.

Tenemos un sistema centralista que aún no cambia. ¿Conoces algo del circuito artístico limeño?

En realidad, he pasado la mayor parte del tiempo pintando en el norte. Y si bien, la mayor parte de mi familia vive aquí en Lima, yo como artista prefiero estar en mi taller en el norte, y frente al mar para poder motivarme. Te soy honesto que casi poco he frecuentado las salas de exposiciones en Lima, aunque tengo muchos amigos artistas norteños que exponen en la capital.

¿Y sobre tus pinturas convencionales?

Siempre las hice. Tengo más de veinte años pintándolas en mi taller, y tengo un hermano que también es pintor.

En tu opinión de artista ¿Cómo te sentirías satisfecho en el futuro con respecto a tu oficio?

Voy a seguir pintando. Mi finalidad es trasmitir a través de mis cuadros el amor que le tengo al mar, y también, busco poder concientizar a las personas para que cuiden el mar, porque es tarea de todos cuidarlo y protegerlo, y no depredarlo. Yo seguiré haciendo más pinturas submarinas, hasta que mis cuadros recorran a nivel mundial.

¿Podrías decir que vives del arte?

Por supuesto. Siempre he vivido del arte, y hasta ahora no me puedo quejar. Yo soy artista, y he hecho pintura, escultura, serigrafía, he sido incluso profesor de arte, y lo hice y lo hago con pasión, y no pienso vivir de otra cosa que no sea el arte.

¿Qué les dirías a esas personas que le rinden tributo a la post-modernidad y que vulneran permanentemente la naturaleza y el medio ambiente?

La gente piensa que todo debe ser moderno, y cuando vamos a un jardín no apreciamosa un árbol, una planta, y tampoco a los animales, pero, cuando estamos muy viejos, y ya no podemos caminar, nos sentamos en algún parque, y decimos: –Qué lindo es ese pájaro, y ese arbolito–. Los seres humanos recién queremos cuidarnos cuando estamos demasiado viejos, y en nuestra juventud andamos apurados, siguiendo el internet, y la modernidad, mientras, la naturaleza la dejamos de lado, y no la cuidamos. Por eso, no amamos lo que no conocemos, y en Perú hay cosas maravillosas.

Luego de tu actual exposición ¿Qué proyectos?

La exposición que aún se muestra en el Congreso de la República termina el día 17 de octubre, y luego, se trasladará a Barranco en la pizzería Antica, y posteriormente, al Museo Naval del Callao. Por lo pronto, ahí terminamos el proyecto de pintura submarina. Y en un futuro no muy lejano, quisiera inaugurar la primera escuela de pintura submarina en el Perú; y por qué no decirlo, en Sudamérica.

¿Inicialmente la sede sería en el norte del país?

Así es. En el norte.

 

El dato:

Exposición:19 pinturas submarinas en el Perú

Artista: Pascual Mimbela Chero

Lugar: Salón José A. Quiñones del Congreso de la República del Perú, jirón Ancash 542, Lima.

Fecha: Del 08 al 17 de octubre de 2014.

Ingreso libre, presentando DNI.

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