Por Rafael Romero
En los pasillos del INDECOPI corren las apuestas acerca de si regresará Paolo del Águila a esa institución o no volverá jamás. El referido abogado fue presidente de la Sala Especializada en Procedimientos Concursales del Tribunal de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual hasta el 2024.
Del Águila se hizo tristemente célebre frente a una jugada elaborada (por personas que tendrán que pasar por la Fiscalía) contra el actual presidente del Partido Cívico Obras, Ricardo Belmont Cassinelli, mediante la cual el curtido periodista resultó impedido de conducir y dirigir su televisora fundada en 1986, Red Bicolor de Comunicaciones, conocido popularmente como RBC Televisión o el querido Canal 11 de La Victoria.
Para nadie es un secreto que, en medio de desaguisados, enjuagues y tropelías contra la ley, se llevó a ese emblemático canal ante el INDECOPI, donde existe todavía mucha tela que cortar por parte de la Secretaría Técnica de Fiscalización y por parte de la propia Comisión de Procedimientos Concursales, siendo Paolo del Águila una pieza clave para conocer toda la verdad sobre el despojo a Ricardo Belmont y a los legítimos trabajadores de un medio de comunicación que hoy prácticamente está en cuatro manos, las del primogénito de Ricardo Belmont y Phillip Butters.
Algunas fuentes oficiales dicen que la PCM ya no le quiso renovar el contrato a Del Águila en una entidad como el INDECOPI, donde los funcionarios tienen un pie dentro del Estado y otro pie en el sector privado.
Por años, malos presidentes del INDECOPI y sus súper especialistas, construyeron una entidad a la medida de los intereses de los grandes bufetes y las corporaciones, incluso se ocuparon de tener una gigantesca puerta giratoria para salir y entrar fácilmente sirviendo con absoluta impunidad a grandes entidades privadas y hasta se han dictado normas para permitirles firmar como apoderados, lo cual es injusto, antiético, contrario a la idoneidad e integridad, pues los expedientes contra esos grupos económicos resultan al final en manos de esa clase de personal del INDECOPI, no solo en el tema concursal sino también en la defensa del consumidor (basta conocer el Exp. 0553-2022/CC2 como botón de muestra, donde este escriba denunció a Coca-Cola y Arca Continental Lindley).
No obstante, volviendo al caso de Paolo del Águila, nos enteramos que en otro tema diferente al de RBC Televisión ha sido denunciado por la comisión del presunto delito de omisión, rehusamiento o demora de actos funcionales en agravio del señor Arturo Erick Malo Rabanal. Pero ante ello, como suelen hacer los funcionarios del INDECOPI, con mayor frecuencia e incidencia que en otras entidades del Estado, Del Águila solicitó que dicha institución le pague un estudio de abogados para que lo defienda frente a la carpeta fiscal que le ha abierto la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo – Equipo de Investigación N° 8.
Por cierto, el INDECOPI de inmediato le aprobó tal requerimiento, lo que implica que Del Águila puede contratar si desea al estudio jurídico más caro del Perú, y la citada entidad igual se lo va a pagar, gracias a los impuestos que pagamos los contribuyentes al fisco.
Sea como fuere, Del Águila está bajo investigación fiscal en Trujillo, pero cabe la pregunta, ¿qué elementos existen frente al caso de Red Bicolor de Comunicaciones y el proceder funcional de Del Águila cuando era vocal y luego presidente de la Sala Especializada de Procesamientos Concursales del Tribunal del Indecopi? Parafraseando a Julio Cortázar, ¿no estaremos frente a un interesante “modelo para armar” en el horizonte de la lucha contra el despojo de un medio de comunicación, el abuso y la impunidad?
Revisando documentación de fuente abierta, recordemos que una vez el abogado Brigham Young planteó la necesidad de que, en torno a Paolo del Águila se investigue si cometió desatinos legales, institucionales y morales, al permitir que el hijo de Ricardo Belmont Cassinelli siga al frente de una ilegal, ilegítima y fraudulenta junta de acreedores. Para entonces Brigham Young indicó que Paolo del Águila bien pudo en dos minutos solucionar un caso donde el Estado de derecho —Poder Judicial, SMV y Bolsa de Valores (Cavali)— ya le dio la razón al fundador y propietario de Red Bicolor de Comunicaciones S.A.A., Ricardo Belmont padre, pero optó por privarlo de su canal. Seguiremos atentos a este caso.