Pamer Virtual, un colegio que permite el acceso a la educación a los estudiantes que no pueden asistir a clases presenciales

A raíz de la Pandemia del año 2020 que hizo imposible la enseñanza presencial, el Colegio Pamer enfrentó el problema creando una plataforma para el dictado de clases virtual. Cuatro años después, ese sistema se ha desarrollado y, además de atender a los alumnos usuales, permite la inclusión social de niños y adolescentes con discapacidades.

El programa de Pamer también hace posible que estudiantes cuyos hogares se encuentran lejanos a los centros educativos, pueden tener especialmente en provincias. Se trata de una experiencia educativa que merece ser conocida y por eso conversamos con Esteban Aguirre, Director de la institución.

—¿En qué consiste el sistema desarrollado por su institución?

—En los últimos cuatro años hemos consolidado una moderna y potente plataforma para el dictado de clases virtuales que tiene una capacidad para atender a miles de alumnos tanto en Lima como en provincias. Actualmente, dictamos clases virtuales a alumnos de diferentes ciudades del interior como Arequipa, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Piura, Puno y varias otras más.

Esteban Aguirre Sojo – DGC (Director General de colegios Pamer)

—¿Cuál considera el logro más importante del sistema de clases virtuales?

—Tenemos dos logros que consideramos como un aporte a sociedad. El primero es que hemos hecho posible que escolares con discapacidades ya sean de movimiento o del habla puedan tener acceso a la educación. Niños en sillas de ruedas o con muletas no podían ir a clases presenciales por problemas de traslado. Igualmente, escolares en uso de sus facultades pero con problemas en el habla no tenían opción y ahora reciben clases y participan vía chat en las clases.

—¿Y el otro logro al que se refería?

—Se trata del tema de la distancia, especialmente en provincias. Muchos estudiantes tienen el problema de que los colegios presenciales quedan lejos de sus hogares y para algunos es un gran sacrificio movilizarse y muchos optan por la deserción. Al percibir ese problema, hemos logrado darles la alternativa de acceder a la enseñanza vía la Plataforma Virtual Pamer.

—¿Es parte de una política de inclusión social?

 —Sí. En el Colegio Virtual Pamer creemos que no se trata únicamente de brindar educación, sino que tenemos un sentido de aportar a nuestra sociedad, a los niños y adolescentes de nuestro país y, en estos tiempos, en que el mundo se ha digitalizado contamos con una moderna plataforma virtual que permite un dictado de clases fluido y sin problemas. Nuestro deseo es darle acceso a todos aquellos estudiantes que se quieran incorporar a la educación virtual con todas las ventajas que ello supone.

—¿Qué ventajas señalaría usted?

—La primera de ellas es el aspecto económico. Nuestra matrícula y pensión mensual es muy razonable y accesible. Y junto a ello, los padres de familia cuyos hijos tienen educación virtual ya no tienen gastos de movilidad, ya no gastan en loncheras, se ahorran la compra de uniformes y también se ahorran el pago de cuotas extraordinarias que suelen pagarse en la educación presencial.

Reunión por Navidad de alumnos con clases virtuales.

—Suponemos que el tema de seguridad también cuenta.

—Ese es un factor muy importante que muchos padres de familia nos comentan. Lamentablemente, las ciudades del Perú están con problemas serios de violencia y de inseguridad ciudadana; frente a ello los alumnos que reciben clases a través de nuestra plataforma virtual, lo hacen desde sus hogares y ya no corren el riesgo de transportarse en medio del problema de inseguridad que afecta al país.

—Más de uno podría cuestionar señalando que el dictado de clases virtuales no es igual a las clases presenciales…

—No es cierto. En los hechos, no existe ninguna diferencia en cuanto a la enseñanza. Es la misma que se da en los colegios presenciales. En el Colegio Pamer Virtual contamos con aulas virtuales que tienen Docentes para cada uno de los cursos y los estudiantes son guiados por un equipo de Tutoras especializadas en Educación y Psicología que se encargan de resolver sus preguntas a través de la plataforma. Este sistema de tutoría se brinda, incluso, fuera del horario de clases.

—¿Los estudiantes se adaptan a este sistema de clases virtuales?

—Se adaptan muy bien porque los chicos de ahora rápidamente se familiarizan con el uso de la tecnología. Y existe algo que para ellos es muy útil. Me refiero a que en nuestra plataforma virtual las clases dictadas quedan grabadas y el material académico está colgado para que nuestros alumnos puedan estudiar y repasar en cualquier momento luego del horario escolar y en la tranquilidad de sus casas.

—Los escolares necesitan interactuar ¿cómo hacen frente a ese tema al ser las clases virtuales?

—El diseño que hemos realizado hace posible y promueve los encuentros digitales y los alumnos forman sus grupos de estudio y se reúnen de manera virtual y comparten sus intereses. Además, realizamos encuentros presenciales para que puedan confraternizar.